El cambio climático ya no es solo una amenaza ambiental: está afectando directamente la salud y el bienestar de las personas, y los especialistas advierten que los impactos podrían agravarse en los próximos años, especialmente entre los grupos más vulnerables.
🌪️ ¿Cómo nos afecta?
Aumento de olas de calor, mayor exposición a contaminantes del aire, nuevas enfermedades infecciosas transmitidas por mosquitos y una mayor inseguridad alimentaria son solo algunos de los efectos que ya se sienten en distintas partes del mundo. La Organización Mundial de la Salud (OMS) considera que el cambio climático es la mayor amenaza para la salud mundial del siglo XXI.
¿Quiénes están en riesgo?
Niños, personas mayores, personas con enfermedades crónicas y comunidades con menos recursos son las más afectadas. El aumento de las temperaturas, por ejemplo, puede provocar deshidratación, golpes de calor e incluso la muerte en estos sectores poblacionales.
Salud mental en jaque
Pero no todo es físico. Los eventos climáticos extremos también impactan en la salud mental: la ansiedad climática, la angustia por el futuro y el estrés postraumático tras fenómenos como incendios o inundaciones están en aumento, especialmente entre los más jóvenes.
¿Qué se está haciendo?
Cada vez más países están comenzando a integrar la salud en sus políticas climáticas, reconociendo que adaptarse a la crisis ecológica también es una forma de cuidar a la población. Sin embargo, los expertos aseguran que las acciones todavía son insuficientes frente a la velocidad de los cambios.
El cambio climático no es solo un problema del futuro: ya está enfermando, debilitando y matando. La salud humana y la del planeta están profundamente conectadas. Como señalan los especialistas: “Proteger el medio ambiente es también una forma de proteger nuestras vidas”.