En un Hard Rock Stadium colmado y teñido de azul y oro, Boca Juniors debutó en el nuevo Mundial de Clubes con un empate 2-2 frente al Benfica. El equipo dirigido por Miguel Ángel Russo mostró una versión muy mejorada en comparación con sus últimas presentaciones, aunque una distracción sobre el final le impidió quedarse con los tres puntos.
Boca se puso en ventaja rápidamente gracias a un gol de Miguel Merentiel tras una gran jugada individual de Lautaro Blanco. El equipo argentino mantuvo un alto nivel de intensidad y precisión, y amplió la ventaja a los 26 minutos del primer tiempo con un tanto de Sebastián Battaglia, tras un córner ejecutado por Kevin Zenón y un cabezazo previo de Ayrton Costa.

Pese a las buenas sensaciones, el descuento de Benfica llegó poco antes del entretiempo por medio de Ángel Di María, de penal, tras una falta cometida por Carlos Palacios sobre Nicolás Otamendi.
Durante el complemento, Boca mantuvo el control en varios tramos del juego, pero la intensidad del primer tiempo comenzó a diluirse. Russo realizó modificaciones para sostener el ritmo, aunque una distracción defensiva sobre el final derivó en el empate definitivo, con un cabezazo de Otamendi tras un error de marca.

El partido dejó una doble lectura para el conjunto argentino: por un lado, la imagen sólida ante un rival europeo y el buen funcionamiento colectivo; por otro, la frustración de haber dejado escapar una victoria que lo habría acercado a la clasificación a octavos de final.
Boca enfrentará el próximo viernes al Bayern Múnich, en un duelo clave para sus aspiraciones dentro del torneo.