🎸 Ayer por la noche, Villa Park fue testigo de un momento histórico: Black Sabbath se despidió de los escenarios con un concierto tan poderoso como emotivo. El legendario grupo de Birmingham cerró su ciclo donde todo comenzó, con una presentación que reunió a sus miembros originales y dejó a más de 40.000 fans entre lágrimas, nostalgia y gratitud.
🕶️ Ozzy Osbourne, el alma inquieta del metal, cantó solo cuatro canciones —tal como se había anunciado— pero bastaron para electrizar el estadio. Su aparición fue una mezcla de fragilidad y fuerza: conmovió desde el primer acorde y demostró que, incluso golpeado por los años y la enfermedad, el Príncipe de las Tinieblas sigue siendo una figura insustituible.
🎤 El show, titulado “Back To The Beginning”, fue una celebración del legado de la banda. Tony Iommi, Geezer Butler y Bill Ward compartieron el escenario con Ozzy por primera vez en dos décadas. El público deliró con clásicos como Iron Man, Paranoid, War Pigs y Children of the Grave, las cuatro joyas elegidas para que Ozzy dejara su marca final.
🔥 El evento fue mucho más que una despedida: fue un festival de leyendas. Metallica, Pantera, Slayer, Alice In Chains, Anthrax y Gojira se sumaron al homenaje. Tom Morello, desde su rol como director musical, tejió los hilos de un recital sin fisuras, mientras Jason Momoa —sí, Aquaman— ofició de maestro de ceremonias ante una multitud global, gracias a la transmisión en vivo que llegó a millones de personas en todo el planeta.
💬 Tony Iommi, visiblemente emocionado, dijo tras bambalinas: “Volver a tocar con mis hermanos, acá, donde todo empezó… no hay palabras para describirlo”. La química fue inmediata, como si los años no hubiesen pasado. La ovación fue total.
🪑 Aunque no hubo trono volador como sugerían algunos rumores, Ozzy apareció firme, sostenido por su equipo, y con una energía que desafió la lógica. Sufre Parkinson y no da un show completo desde 2018, pero anoche cantó con el corazón y dejó una imagen que quedará en la historia del rock.