Con casi la mitad de la población adulta mundial afectada por sobrepeso u obesidad, el debate sobre qué comer, cuándo y cómo ha dejado de ser un tema de nicho para convertirse en una urgencia global. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), en 2022 más de 2.500 millones de personas tenían sobrepeso y 890 millones vivían con obesidad.
En ese contexto, el ayuno intermitente ha ganado popularidad como una alternativa flexible a las dietas hipocalóricas convencionales. Pero, ¿qué dice la evidencia científica?
🔬 Nuevo estudio a gran escala: 99 ensayos clínicos analizados
Un metaanálisis publicado en la revista The BMJ, liderado por el nutricionista John Sievenpiper (Universidad de Toronto), examinó 99 ensayos clínicos aleatorizados, con un total de 6.582 adultos de 24 países. El objetivo: comparar el ayuno intermitente con la restricción calórica continua y con dietas sin control.
La edad promedio de los participantes fue de 45 años, con un índice de masa corporal (IMC) medio de 31. En el 90% de los casos, había condiciones de salud preexistentes, como diabetes o hipertensión.
🧭 ¿Qué es el ayuno intermitente?
A diferencia de las dietas tradicionales que se centran en reducir calorías, el ayuno intermitente reorganiza los tiempos de alimentación. Las variantes más comunes son:
- 🌓 Ayuno en días alternos: se ayuna durante 24 horas un día sí y otro no.
- 📆 Ayuno de día completo (5:2): se restringe la alimentación dos días a la semana, sin limitar los otros cinco.
- ⏰ Alimentación restringida en el tiempo (16:8): 16 horas de ayuno, 8 horas para comer.
Estas estrategias prometen mayor flexibilidad y adherencia a largo plazo.
📉 Resultados clave del estudio
El análisis encontró que todas las formas de ayuno y la restricción calórica continua ayudaron a bajar de peso, en comparación con una dieta sin control (ad libitum). Pero hubo diferencias:
- El ayuno en días alternos mostró mejores resultados frente a todas las demás estrategias:
- 1,29 kg más de pérdida que la restricción calórica continua.
- 1,69 kg más que la alimentación restringida en el tiempo.
- 1,05 kg más que el ayuno de día completo.
- También redujo más el colesterol total y el LDL (colesterol “malo”).
⚠️ Sin embargo, estas diferencias no superaron el umbral clínicamente relevante de 2 kg, fijado por los autores para personas con obesidad.
📌 ¿Qué limitaciones tiene el estudio?
Los propios autores señalan aspectos que limitan la generalización de los resultados:
- Alta heterogeneidad entre los estudios (duración, diseño, calidad de la dieta, perfiles de pacientes).
- Duración corta promedio (12 semanas).
- Solo 17 ensayos superaron las 24 semanas, y en ellos los beneficios solo se mantuvieron frente a dietas sin control, no frente a otras estrategias.
- La calidad de la evidencia, evaluada con el sistema GRADE, fue baja o moderada.
🩺 Qué dicen los expertos
Para el nutricionista Jordi Salas Salvadó (Universitat Rovira i Virgili), coautor del estudio, el ayuno intermitente no es una solución mágica ni universal:
“No hace falta seguir ninguno de estos métodos si ya se tiene un peso adecuado. Y estos resultados tampoco significan que todas las personas con obesidad deban hacer ayuno intermitente”.
En cambio, lo ve como una herramienta adicional para quienes no se adaptan a las dietas convencionales.
Desde Colombia, un grupo de investigadores valoró el enfoque del estudio como una manera de ampliar el repertorio terapéutico, no de jerarquizar métodos. Destacaron que los beneficios observados dependen también del acompañamiento profesional, la planificación de comidas y la educación alimentaria.
🔁 ¿Ayunar o no ayunar?
La conclusión es clara: el ayuno intermitente puede ser efectivo, pero no es para todos. No sustituye otras estrategias dietéticas, sino que puede integrarse como parte de un enfoque nutricional personalizado, centrado en la sostenibilidad y en el paciente.
En un mundo donde comer bien parece cada vez más difícil, la clave quizás no esté en contar calorías, ni en saltear comidas, sino en construir hábitos que duren más que la última moda viral. 🍽️🧠