Tim Bergling nació en Estocolmo, Suecia, en 1989, bajo un cielo gris que marcaría su vida. Criado en una familia creativa, rodeado de arte, música soul y blues que sonaban cada mañana en casa, fue desarrollando sin saberlo el oído que más tarde lo convertiría en Avicii. Su padre, empresario; su madre, actriz reconocida. Y él, un chico tímido que no sabía tocar instrumentos ni cantar, pero que encontró su refugio en un software: FL Studio.
🎹 Con este programa comenzó a crear mundos sonoros sin tener que saber tocar un piano real. Así nacieron sus primeras composiciones de deep house, que subía a foros en internet bajo el alias Avicii, palabra que en el budismo representa el nivel más bajo del infierno. No buscaba fama ni dinero: hacía música por pura pasión.
🎧 Su talento llamó la atención de Arash Pournouri, quien le prometió convertirlo en el DJ más grande de Suecia en un año. Tim pidió a sus padres dejar la escuela por doce meses para intentarlo. Ellos aceptaron sin imaginar que su hijo llenaría estadios, cambiaría la electrónica y pagaría un precio altísimo.
🔥 “Levels” fue el antes y después. Ese himno lo catapultó a la fama global. Luego llegaron “Hey Brother”, “Wake Me Up” y festivales como Ultra y Tomorrowland. Avicii se convirtió en un ícono: melodías profundas, letras emotivas, videoclips que contaban historias y un estilo que fusionaba folk, blues, country y dance como nadie.
🩺 Pero detrás del éxito había otra historia: más de 100 shows por año, alcohol, analgésicos, pancreatitis, operaciones y dependencia a opioides. La maquinaria de la industria lo exprimía. Y mientras el público veía a un joven sonriente, él se desmoronaba por dentro.
🎥 Uno de sus videos más polémicos, “For a Better Day”, mostraba a dos niños que escapan de una red de abuso infantil para luego, de adultos, cazar y marcar con fuego a sus victimarios. Tras su muerte en 2018, surgieron teorías que vinculaban este videoclip con personas poderosas y represalias. Sin embargo, nada de eso se comprobó. La versión oficial fue que Tim, agotado, enfermo y frágil, decidió quitarse la vida en Omán.
💔 La familia lo describió así:
“Tim era un buscador, un alma artística frágil superada por el ritmo extremo. Quería encontrar paz y equilibrio, pero no pudo continuar.”
🎶 En 2019, Estocolmo lo despidió con un concierto homenaje en el Friends Arena, donde miles de fans y artistas lo recordaron. Avicii dejó un legado inmenso: no solo cambió la música electrónica, sino que puso sobre la mesa la conversación sobre salud mental en la industria musical, algo que hasta entonces era un tabú.
🌟 Curiosidad que no sabías:
En “Hey Brother”, el videoclip inspirado en dos hermanos separados por la guerra, Avicii nunca aparece físicamente. Esto fue intencional: Tim decía que su música debía contar historias más grandes que su propia imagen. Así, en casi todos sus videoclips, él no es protagonista, sino un narrador invisible.