Atajó en Independiente y en el Ascenso, se recibió de médico y defendió a Maradona en el doping del 94: “No tomó nada a conciencia”

En el emblemático barrio de Congreso, donde las historias de Buenos Aires se entrelazan, se erige un consultorio que fusiona dos mundos aparentemente opuestos: el fútbol y la medicina. En este rincón de la avenida Corrientes, el Dr. Roberto Peidro comparte su vida marcada por penales atajados y vidas salvadas.

Del Bajo Flores a Independiente: Un Debut que Marca

Peidro debutó en Independiente a fines del ’71, en una época donde sus sueños de arquero se mezclaban con la vocación por la medicina. Sin embargo, una decisión crucial lo alejó momentáneamente del fútbol profesional. “Estaba por ingresar al vestuario en el primer entrenamiento del año siguiente y me preguntaron: ‘¿Usted va a seguir estudiando o va a jugar al fútbol?'”, recuerda Peidro. La respuesta fue clara, y el destino le tenía preparado un retorno inesperado a la cancha de Independiente, atajando penales y escribiendo una noche inolvidable.

Entre el Área y el Consultorio: Una Trayectoria en Ascenso

El destino de Peidro lo llevó al competitivo fútbol de Ascenso, donde atajó en El Porvenir y Deportivo Morón. Sus atajadas y habilidades no solo eran destacadas en el campo, sino que resonaban en historias insólitas, como aquella vez que, descalzo y vestido de jugador, corrió hacia la tribuna para salvar la vida de un hincha en paro cardíaco.

René Favaloro: Un Vínculo entre la Cardiología y el Fútbol

La medicina reclamaba su atención, y Peidro ingresó al hospital de Clínicas gracias a la convocatoria de René Favaloro. La relación con el afamado cardiólogo no solo se limitó a la medicina, sino que también incluyó la pasión compartida por el fútbol. “Roberto, necesito pedirte un favor. ¿Vos podrías evaluar a los jugadores de Gimnasia y que no les cobren mucho?”, le solicitó Favaloro, revelando la conexión entre dos mundos aparentemente distantes.

El Mundial de 1994: Doping y Defensa de Maradona

En 1994, Peidro fue convocado para formar parte del cuerpo médico en el Mundial de Estados Unidos. Allí, se convirtió en testigo de uno de los momentos más controvertidos del fútbol argentino: el doping de Maradona. “Dio positivo el control de Maradona. Fijate si podés hacer algo para salvarlo”, le instó Grondona. Peidro enfrentó a la FIFA en defensa del ícono argentino, demostrando su compromiso tanto en el área como en la salud.

El Retiro del Arco y la Continuidad en la Medicina

Hoy, retirado del arco pero aún activo en el ámbito de la salud, Peidro dirige el Instituto de Ciencias del Deporte de la Universidad Favaloro y el Centro Cardiológico de Salud. Su vida, marcada por el equilibrio entre dos pasiones, demuestra que los penales atajados y las vidas salvadas tienen un hilo conductor común: la determinación de un hombre que ha jugado tanto en el área como en el corazón.

Curiosidad: Años después, un paciente reveló a Peidro: “Doctor, una vez usted me atajó un penal”. Un recuerdo que demuestra que las atajadas de este especialista en penales trascienden el campo de juego y llegan al corazón de quienes lo necesitan.