Una escena digna de película (o de asado dominguero argentino) ocurrió a 400 kilómetros sobre la Tierra, donde astronautas de las misiones Shenzhou 20 y Shenzhou 21 celebraron la primera parrillada en la historia aeroespacial a bordo de la estación espacial Tiangong.
🥩 ¿El menú? Filetes de res, pollo y otros manjares cocinados en un horno especialmente diseñado para funcionar en microgravedad, donde el tradicional proceso de convección (clave para cocinar en la Tierra) no se produce de forma natural.
🔥 Cocinar en el espacio no es tarea sencilla: en ausencia de gravedad, el aire caliente no sube como en una parrilla convencional. Para resolverlo, científicos chinos desarrollaron un sistema cerrado que simula el calor necesario para asar sin humo ni llamas, garantizando seguridad dentro de la estación.
👨🚀 En el video, los astronautas sonríen mientras giran cortes de carne flotando y brindan con jugo de frutas deshidratado, en un momento que marca un hito tanto tecnológico como humano: llevar la tradición de compartir una comida al espacio exterior.
🇨🇳 Esta innovación forma parte del objetivo de hacer más habitables y humanas las largas estadías en órbita, permitiendo a los tripulantes compartir rituales cotidianos, incluso tan culturales como un asado.
🔎 Curiosidad: Aunque parezca increíble, el olfato y el gusto de los astronautas se ve alterado en el espacio por la congestión nasal causada por la microgravedad. Por eso, los platos espaciales suelen tener condimentos intensos… ¡incluso hay quienes llevan salsa picante en tubos como si fuera pasta dental! 🌶️🧑🚀