En la última edición del Mobile World Congress, uno de los avances tecnológicos que acaparó miradas y generó discusión fue Ameca, un robot humanoide creado por Engineered Arts. Este robot no solo destaca por su capacidad para interactuar fluidamente con los seres humanos, sino también por su habilidad para expresar emociones y participar en conversaciones de manera natural, marcando un antes y un después en la robótica de interacción social.
Ameca se caracteriza por su rostro articulado, capaz de mostrar una amplia gama de expresiones faciales, y su cuerpo diseñado para realizar movimientos suaves y gestos humanos. Equipado con micrófonos, cámaras binoculares y software de reconocimiento facial, Ameca puede mantener conversaciones dinámicas, adaptándose al estilo de comunicación de su interlocutor y tomando la iniciativa en el diálogo.
Desarrollado en el Reino Unido y presentado por primera vez en 2021 durante la feria Consumer Electronics Show en Las Vegas, Ameca ha demostrado su capacidad para hablar en 21 idiomas diferentes, lo que amplía enormemente sus posibilidades de aplicación en diversos campos.
Desde su debut, Ameca ha estado presente en redes sociales, compartiendo reflexiones sobre temas futuristas y filosóficos, lo que ha generado un seguimiento interesado en su desarrollo y las capacidades de la inteligencia artificial para simular aspectos de la condición humana.
Las posibles aplicaciones de Ameca son vastas y prometedoras. En el sector educativo, podría revolucionar la manera en que se enseñan idiomas y otros temas complejos, gracias a su interactividad y capacidad de comunicación. En el ámbito de los servicios, su implementación podría mejorar significativamente la atención al cliente, ofreciendo experiencias personalizadas y eficientes. En el campo de la salud, Ameca podría acompañar y asistir a pacientes, apoyar en terapias de rehabilitación y brindar ayuda al personal médico.
Además, su participación en el sector del entretenimiento, como en parques temáticos o eventos especiales, podría ofrecer experiencias inmersivas y únicas a los visitantes. Ameca también tiene el potencial de contribuir en tareas de investigación sobre interacción humano-robot, asistencia en el hogar, y podría ser de gran ayuda en entornos peligrosos o inaccesibles para los humanos, abriendo nuevas fronteras en la exploración espacial y otras áreas.
Dato curioso: La robótica social, como la representada por Ameca, plantea importantes preguntas éticas y filosóficas sobre la naturaleza de la inteligencia, la conciencia y la relación entre humanos y máquinas. A medida que los robots se vuelven más avanzados y capaces de emular comportamientos y emociones humanas, surgen debates sobre los derechos de las máquinas, la identidad y el impacto de la inteligencia artificial en la sociedad. La evolución de robots como Ameca no solo promete avances tecnológicos, sino que también nos invita a reflexionar sobre nuestro futuro compartido con máquinas cada vez más sofisticadas.