Un reciente estudio de la Universidad de Nebraska revela preocupantes niveles de plomo y uranio en adolescentes que consumen cigarrillos electrónicos. Publicado en la revista científica Tobacco Control, el estudio detalla la presencia de estos metales tóxicos en el organismo de jóvenes de entre 13 y 17 años.
Estudio y Resultados
La investigación, que incluyó a 200 adolescentes, mostró que aquellos que vapean frecuentemente (entre cinco y 19 días al mes, con una media de ocho caladas diarias) presentan un 30% más de plomo y un 50% más de uranio en comparación con sus pares que evitan el vapeo o lo practican esporádicamente.
Preferencias y Efectos
Los resultados también indican que el 33% de los usuarios prefieren sabores mentolados, el 50% sabores afrutados, y el 15% sabores dulces. Curiosamente, los biomarcadores de uranio son significativamente más elevados en los adolescentes que prefieren cigarrillos electrónicos con sabores dulces, casi duplicando los niveles encontrados en quienes eligen sabores mentolados.
Advertencias y Riesgos
Kelly Burrowes, experta del Instituto de Bioingeniería de Auckland, advirtió sobre los riesgos del vapeo, señalando que “aunque se considera una alternativa segura al tabaco, el aerosol contiene una serie de sustancias químicas, entre ellas metales pesados, que, con una exposición crónica, pueden tener efectos sobre la salud a largo plazo”.
Curiosidad Relevante
Un dato interesante es que la mayor parte del plomo encontrado en los vapeadores proviene de las bobinas metálicas de los dispositivos, que se calientan a altas temperaturas para vaporizar el líquido. Estas bobinas pueden liberar metales tóxicos, los cuales son inhalados junto con el vapor, incrementando así la exposición a sustancias peligrosas.