Jake Paul sufrió una doble fractura de mandíbula tras caer por nocaut ante Anthony Joshua y volvió a generar polémica en redes

La reciente pelea entre Jake Paul y Anthony Joshua en el Kaseya Center de Miami no solo captó la atención por su desenlace deportivo, sino también por las consecuencias médicas y económicas que dejó a su paso. El ex campeón mundial de los pesos pesados se impuso por nocaut técnico en el sexto asalto, mientras que el influencer y boxeador estadounidense confirmó que sufrió una doble fractura de mandíbula, lesión que requirió una cirugía inmediata.

La gravedad del daño fue confirmada mediante radiografías que el propio Paul difundió tras el combate. A pesar de haber permanecido internado varios días, el estadounidense sorprendió al reaparecer en redes sociales con un posteo que rápidamente se viralizó. “El sueño americano. Empieza el tuyo hoy. Cree en ello. Falla. Trabaja. Falla. Aprende. Falla. Nunca te detengas”, escribió en su cuenta de Instagram.

Lo que más llamó la atención fueron las imágenes que acompañaron el mensaje: una fotografía de Paul fumando dentro de un avión repleto de fajos de billetes, armas y fusiles de asalto distribuidos por los asientos, seguida de una imagen suya de niño. La publicación superó rápidamente los 1,6 millones de “me gusta” y generó una fuerte repercusión entre fanáticos y críticos.

Jake Paul, conocido por su intensa actividad en redes, también utilizó sus plataformas para informar sobre su estado de salud tras la cirugía. Explicó que sufre dolor y rigidez en la mandíbula y que deberá alimentarse exclusivamente con líquidos durante al menos siete días. “Acabo de salir de la cirugía. Todo salió bien. Gracias por todo el cariño. Mucho dolor y rigidez. Tengo que beber líquidos durante 7 días”, escribió junto a la imagen de la radiografía.

Lejos de bajar el perfil, el estadounidense aprovechó el momento para desafiar públicamente a Saúl “Canelo” Álvarez, a quien le pidió una pelea en un plazo de diez días, una propuesta que fue recibida con escepticismo por especialistas del boxeo.

La lesión se produjo en el sexto asalto, cuando Joshua, luego de arrinconar a Paul y castigarlo con un golpe al cuerpo, conectó un derechazo directo al rostro que lo dejó tendido en la lona, sin posibilidades de reincorporarse antes del conteo final. Durante los rounds previos, Paul había recurrido a movimientos evasivos y caídas reiteradas para intentar resistir la presión física del británico. En el quinto asalto, el árbitro Chris Young realizó dos conteos de protección, aunque ninguno fue producto de un impacto decisivo.

Tras la pelea, Paul reconoció la dureza del enfrentamiento. “Definitivamente está rota. Pero ha estado bien. Una buena paliza de uno de los mejores que lo ha hecho como nunca”, declaró. También admitió las dificultades físicas que enfrentó: “Fue muy difícil manejar su peso. Creo que si hubiera tenido mejor resistencia cardiovascular, podría haber aguantado más, pero él lo hizo increíble. Golpea muy fuerte y yo solo intenté dar lo mejor de mí”.

El combate despertó interés internacional por el contraste entre ambos boxeadores. Joshua llegó con un récord de 29 victorias, 25 de ellas por nocaut, y múltiples títulos mundiales, mientras que Paul acumulaba apenas 13 peleas profesionales y una sola derrota previa.

La pelea se disputó bajo reglas especiales, con un límite de peso acordado para Joshua de 111 kilos, aunque la categoría de los pesos pesados no establece un máximo oficial. El británico registró 110,4 kg, mientras que Paul pesó 98,2 kg, una diferencia física que se hizo notar sobre el ring.

A pesar de la victoria deportiva, Anthony Joshua enfrenta un escenario fiscal complejo. Según un análisis de la consultora AceOdds, tras descontar impuestos en Estados Unidos y el Reino Unido, el boxeador británico conservaría alrededor de 49,2 millones de dólares de los 93 millones pactados inicialmente, lo que representa apenas el 53% de sus honorarios.

La pelea, considerada por muchos como un espectáculo atípico, generó una bolsa estimada de 184 millones de dólares a repartir entre ambos protagonistas. Sin embargo, entre lesiones, polémicas y cargas impositivas, el evento dejó en evidencia que el impacto del combate trascendió ampliamente lo ocurrido dentro del cuadrilátero.