🎶 En el universo del rock hay riffs que se volvieron himnos eternos, como Smoke on the Water, Smells Like Teen Spirit o Day Tripper. Pero también hay otros que, por exceso o abuso, terminaron cruzando la delgada línea entre lo glorioso y lo insoportable.
🛑 “No Stairway to Heaven” y la ley no escrita
🎬 El fenómeno no es nuevo. Ya en Wayne’s World (1992), un empleado de una tienda de instrumentos interrumpe a Mike Myers con un cartel mítico: “No Stairway to Heaven”. ¿El motivo? El desgaste. Incluso una joya como la de Led Zeppelin se volvió demasiado.
🌀 Este tipo de “agotamiento auditivo” se repite:
- ⚽ Seven Nation Army de The White Stripes pasó de hit a canto de cancha global, omnipresente.
- 🌹 Sweet Child o’ Mine de Guns N’ Roses sufrió el castigo de sonar en cada fogón, bar o espera de consultorio.
🙉 No se trata de malas canciones, sino de riffs que fueron devorados por su propia masividad.
🥁 Y el ganador es… “Whiskey in the Jar”
🤔 Ahora bien, ¿cuál es el riff más molesto del mundo?
❗ Según muchos melómanos y fans, el “premio” no va a U2 ni a Nickelback, sino a un clásico inesperado: Whiskey in the Jar, en la versión de Thin Lizzy.
📜 La canción tiene orígenes en el siglo XVII, con raíces folk irlandesas y letras que evocan los tiempos convulsionados bajo Oliver Cromwell y William of Orange.
🎤 Pasó por varias voces (The Dubliners, Peter, Paul and Mary, The Highwaymen), pero fue Thin Lizzy quien la llevó al terreno del rock como segundo single.
🎸 ¿El problema? El riff. Un punteo de guitarra que, lejos de aportar épica, se convierte en un zumbido molesto. Por su tono agudo y su repetición constante, rompe la atmósfera que la canción construye, desinflando la emoción como un globo pinchado.
📻 Cuando la repetición mata el arte
🔁 El riff de Whiskey in the Jar es víctima del mismo fenómeno que otras grandes canciones: el loop eterno y el uso desmedido que despoja de sentido al original. Lo que fue fuerza, hoy suena forzado. Y así, Thin Lizzy queda en la insólita lista de riffs “infames”.
🧠 Curiosidad que quizás no sabías
🍺 Whiskey in the Jar fue rechazada por Phil Lynott, líder de Thin Lizzy, cuando su sello discográfico insistió en lanzarla como single. A pesar del éxito comercial, Lynott la consideraba un “paso atrás” en la búsqueda del sonido propio de la banda. Irónicamente, se convirtió en uno de sus temas más reconocibles… y, para muchos, más irritantes.
