Entre el 14 de diciembre y el 10 de enero de 2026, el buque de investigación Falkor (too) recorrerá el Mar Argentino desde la Ciudad de Buenos Aires hasta Puerto Madryn con un objetivo ambicioso: estudiar algunos de los ambientes marinos menos explorados del planeta. La nueva campaña, denominada Vida en los extremos, busca profundizar el conocimiento sobre las filtraciones frías de metano y los ecosistemas quimiosintéticos asociados, un tipo de hábitat profundo donde la vida depende de reacciones químicas y no de la luz solar.
La expedición está dirigida por la bióloga marina María Emilia Bravo, investigadora de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la UBA y del CONICET, y cuenta con un equipo de 25 científicos argentinos e internacionales. El proyecto se enmarca en la serie de misiones que el Schmidt Ocean Institute ha realizado en el Mar Argentino durante 2024 y 2025.
Ecosistemas extremos en las profundidades
Bravo explicó que esta campaña tiene un rasgo distintivo: será un estudio sistemático y guiado visualmente de las filtraciones frías, zonas de escape de metano y otros fluidos desde el subsuelo marino que permiten el desarrollo de comunidades biológicas únicas. El objetivo es comprender cómo se estructuran estos ecosistemas, qué funciones cumplen y de qué modos interactúan entre sí.
Las investigaciones se realizarán en tres regiones clave:
- Cuenca del Salado
- Cuenca de Malvinas
- Cuencas Colorado–Rawson
Estas áreas fueron elegidas por recientes indicios de emisiones de metano, lo que aumenta las posibilidades de hallar especies desconocidas y nuevas dinámicas ecológicas en ambientes de gran profundidad.
Una expedición abierta al público
Al igual que en misiones previas, la travesía ofrecerá transmisiones en vivo y acceso abierto a los datos recolectados. Este modelo busca acercar la exploración marina a la sociedad, visibilizar la biodiversidad abisal y fomentar la educación científica. Se proyectan al menos 15 inmersiones en tiempo real, en las que se documentarán paisajes submarinos argentinos nunca antes filmados por un equipo local.
El vehículo submarino operado remotamente SuBastian, capaz de descender hasta 4.500 metros, será clave para obtener imágenes, muestras biológicas, agua, sedimentos, ADN ambiental e incluso rocas del fondo oceánico. La tecnología a bordo del Falkor (too) también permitirá realizar mapeos acústicos de alta precisión y análisis químicos y geológicos directamente en los laboratorios del buque.
Vida sin luz: la quimiosíntesis como motor ecológico
La campaña se centrará en entender cómo funcionan los ecosistemas quimiosintéticos, en los que microorganismos y animales dependen de la energía química del metano o el sulfuro de hidrógeno para sobrevivir. Estos enclaves profundos cumplen roles ecológicos fundamentales: capturan hasta el 80% del metano que emerge del subsuelo, lo que contribuye a limitar la llegada de gases de efecto invernadero a la atmósfera y ayuda a regular el clima del planeta.
La misión también pretende evaluar la presencia de microplásticos y analizar cómo estos contaminantes pueden afectar la estructura y el funcionamiento de las comunidades bentónicas.
Colaboración internacional y ciencia de alta resolución
Entre los especialistas que formarán parte de la expedición se encuentra la ecóloga marina estadounidense Lisa Levin, referente mundial en el estudio de ecosistemas profundos. La campaña integrará perspectivas de la taxonomía, la ecología de invertebrados, el zooplancton, la química marina, la geología, la geofísica y la oceanografía física.
Bravo destacó que las nuevas herramientas visuales permitirán identificar zonas de actividad intensa de metano que pueden abarcar apenas unos centímetros y sostener asociaciones altamente especializadas de organismos: “Es un mundo que solo ahora podemos estudiar con la resolución que necesitamos”.
Un paso decisivo para el conocimiento del Mar Argentino
La misión busca responder preguntas centrales sobre cómo se estructuran estas comunidades, cómo interactúan con los flujos de gases y cómo varían en escalas que van desde cientos de metros hasta pocos centímetros. Según Bravo, integrar todas las disciplinas y abarcar una extensa franja del talud continental permitirá obtener una visión regional sin precedentes sobre la vida en las profundidades del océano.
La expedición Vida en los extremos promete convertirse en una de las campañas de investigación más completas del Mar Argentino, con resultados que podrán fortalecer la conservación de ecosistemas profundos, mejorar el monitoreo ambiental y ampliar el conocimiento sobre la biodiversidad oculta bajo miles de metros de agua.
