La “diosa de la riqueza” y el fraude del siglo

Zhimin Qian, apodada la “diosa de la riqueza”, enfrenta una posible condena de hasta 14 años de prisión luego de ser hallada culpable de operar un esquema Ponzi que defraudó a más de 128.000 personas en China entre 2014 y 2017. Durante los años en los que eludió a las autoridades, Qian vivió una vida de lujo por toda Europa, hospedándose en hoteles exclusivos y gastando fortunas en joyas y propiedades.

El caso, juzgado en el Tribunal de la Corona de Southwark en Londres, reveló que las autoridades británicas incautaron 61.000 Bitcoins, equivalentes a más de 6.000 millones de dólares, en lo que constituye la mayor confiscación de criptomonedas de la historia. Qian, de 47 años, se declaró culpable en septiembre de adquirir y poseer bienes obtenidos por medios ilícitos. Su sentencia se conocerá este martes.


El ascenso y la caída de la “diosa de la riqueza”

Según la investigación, Qian —también conocida como Yadi Zhang— huyó de China en 2017 tras ser investigada por fraude financiero, utilizando documentos falsos para ingresar al Reino Unido. Allí, con ayuda de su cómplice Jian Wen, alquiló una mansión de lujo en Londres por £17.000 mensuales, aparentando ser una exitosa empresaria del sector joyero.

El engaño comenzó a desmoronarse cuando intentó comprar una propiedad de alto valor y despertó sospechas sobre el origen de sus Bitcoins. En un allanamiento, las autoridades encontraron computadoras que contenían claves de acceso a una enorme fortuna digital.

Qian fue finalmente arrestada en abril de 2024 en la ciudad de York, tras el seguimiento policial a su socio Seng Hok Ling, también acusado de lavado de dinero.


Un fraude con rostro humano

El abogado William Glover, representante de las víctimas, calificó el caso como “el mayor esquema de fraude financiero individual jamás registrado”. Entre los afectados hay agricultores, taxistas y amas de casa, personas que confiaron sus ahorros en falsas promesas de rentabilidad.

“Algunos de mis clientes perdieron todo lo que tenían. La devastación económica y emocional ha sido inmensa”, señaló Glover. Según el fiscal, Qian incluso organizaba eventos públicos y campañas de inversión en las que fingía tener respaldo oficial para atraer nuevos aportantes.


Lujo, ambición y delirios de poder

Durante el juicio, se reveló que Qian no solo acumuló joyas y autos de alta gama, sino que llegó a planear convertirse en monarca de “Liberland”, una micronación autoproclamada situada entre Croacia y Serbia. Entre sus adquisiciones figuraban dos relojes valuados en 160.000 dólares y propiedades en distintas ciudades europeas.

Mientras tanto, el dinero de los inversionistas desaparecía. Los pagos del esquema Ponzi se detuvieron en 2017, y desde entonces miles de víctimas intentan recuperar parte de lo perdido.


Un proceso con impacto global

Con el Bitcoin rondando los 100.000 dólares, el valor de lo incautado ha crecido de forma exponencial, y las autoridades británicas evalúan un plan de compensación para las más de 1.300 víctimas que ya se presentaron ante el Tribunal Superior de Londres.

El abogado Jackson Ng, también parte del proceso, advirtió que el caso “marca un precedente” para los delitos financieros en el mundo digital. “La magnitud de la estafa y la sofisticación de sus métodos revelan los riesgos de un mercado donde la riqueza puede esconderse tras una pantalla”, afirmó.

Zhimin Qian, que alguna vez se hacía llamar “la diosa de la riqueza”, hoy espera conocer su destino tras las rejas, mientras miles de personas siguen pagando el precio de su ambición.