Algunos medicamentos, suplementos y sustancias —como la cafeína— pueden aumentar la presión arterial o interferir con el efecto de los tratamientos indicados para controlarla. Conocer cuáles son y cómo actúan es fundamental para evitar complicaciones, especialmente en personas con diagnóstico de hipertensión.
Antiinflamatorios no esteroides (AINE)
Los AINE se utilizan para aliviar el dolor o la inflamación, pero pueden causar retención de líquidos y afectar los riñones, lo que eleva la presión arterial.
Ejemplos:
- Indometacina (Indocin)
- Naproxeno sódico (Aleve, Naprelan)
- Ibuprofeno (Motrin IB, Advil)
- Piroxicam (Feldene)
Si la presión aumenta al tomar estos analgésicos, se recomienda consultar al equipo médico para evaluar alternativas más seguras o ajustar el tratamiento.
Descongestionantes
Los medicamentos para la congestión nasal estrechan los vasos sanguíneos, dificultando el paso de la sangre y elevando la presión. Suelen encontrarse en remedios para el resfrío o la alergia.
Principales componentes a evitar:
- Pseudoefedrina
- Fenilefrina
Las personas con hipertensión deben optar por versiones aptas para presión alta o consultar a su médico antes de consumirlos.
Antidepresivos
Algunos antidepresivos alteran los niveles de serotonina, noradrenalina o dopamina, lo que puede elevar la presión arterial.
Entre ellos:
- Inhibidores de la monoaminooxidasa (IMAO)
- Antidepresivos tricíclicos
- Inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina (ISRS)
Es recomendable controlar periódicamente la presión durante el tratamiento.
Anticonceptivos hormonales
Las píldoras y parches anticonceptivos pueden aumentar la presión debido a su contenido de estrógenos.
El riesgo crece en mujeres mayores de 35 años, fumadoras o con sobrepeso.
Las opciones con dosis bajas de estrógeno presentan menos probabilidades de elevarla, por lo que se recomienda una consulta médica personalizada.
Cafeína
La cafeína puede causar un aumento temporal de la presión arterial, sobre todo en personas que no la consumen habitualmente.
Está presente en:
- Café
- Bebidas energizantes
- Refrescos
- Comprimidos estimulantes
Para evaluar la sensibilidad, se sugiere medir la presión 30 minutos después de ingerir cafeína.
Suplementos herbarios
Algunos suplementos naturales pueden elevar la presión arterial o interferir en los tratamientos. Entre los más conocidos:
- Árnica
- Efedra (ma huang)
- Ginseng
- Guaraná
- Regaliz
Aunque sean naturales, no siempre son seguros. Es fundamental consultar antes de consumirlos.
Terapias biológicas
Medicamentos biológicos usados en tratamientos contra el cáncer, como bevacizumab (Avastin) o pazopanib (Votrient), pueden aumentar la presión arterial debido a su impacto sobre los vasos sanguíneos.
Inmunosupresores
Fármacos como ciclosporina o tacrolimus, utilizados tras trasplantes de órganos, pueden afectar los riñones y elevar la presión.
El control regular de los valores de presión arterial es indispensable en estos pacientes.
Estimulantes
Medicamentos para el TDAH, como el metilfenidato (Ritalin, Concerta), pueden acelerar el ritmo cardíaco y aumentar la presión.
Deben ser administrados bajo estricto control médico, con monitoreo de la presión arterial.
Drogas ilícitas
Sustancias como la cocaína, metanfetamina o éxtasis (MDMA) producen un aumento brusco de la presión arterial, aceleran el ritmo cardíaco y pueden causar daño cardíaco severo.
Abandonar su consumo y acceder a tratamiento especializado es clave para proteger la salud cardiovascular.
