Hace apenas unos días, Camila Deniz, conocida en redes como Camilota, había encontrado algo de alivio tras semanas de preocupación y tensión por el grave accidente en moto de su hermano, Thiago Medina, exparticipante de Gran Hermano 2022. Con el alta médica del joven y un panorama más tranquilo, la influencer decidió dedicar un día a sí misma y lo compartió en sus redes sociales, sin imaginar que el gesto desataría una fuerte polémica.
De la angustia al intento de calma
Las imágenes de Camila en un día de relax en un spa, junto a una amiga, se viralizaron rápidamente. En las fotos se la veía con una bata blanca, traje de baño negro, un mate y una bandeja de frutas frescas bajo una sombrilla, acompañadas del mensaje: “Hoy no resolví todo, pero me elegí a mí”.
El posteo parecía reflejar un intento por recuperar algo de bienestar luego de semanas de hospital, dolor y desvelo. Sin embargo, el tono íntimo y tranquilo del mensaje fue opacado por una ola de comentarios negativos que pusieron en duda el origen del dinero con el que habría pagado esa jornada.
Críticas y sospechas
Entre los cientos de respuestas que recibió, muchos usuarios apuntaron contra la influencer con duros mensajes:
“¿No tenía plata para viajar al hospital y ahora tiene para esto?”,
“Usaron lo que donaron”,
“Lucraste con tu hermano”.
Las sospechas giraron en torno a las donaciones solidarias que la familia había recibido durante la internación de Thiago, destinadas a cubrir gastos médicos y de traslado. Para algunos usuarios, el día de spa resultó una muestra de falta de empatía hacia quienes habían colaborado económicamente.
La respuesta de Camilota
Frente al revuelo, Camila decidió responder públicamente. En una primera historia de Instagram subió una selfie en la que se la veía seria, acompañada del texto:
“Si supieran cómo estoy y lo que estoy atravesando. No todo es color de rosa”.
Poco después, publicó un descargo más extenso en el que defendió su derecho a buscar un momento de paz:
“No tengo que explicar por qué busco un momento de paz. Nadie sabe lo que viví, ni las noches sin dormir, ni las lágrimas que me guardé. Ir a un spa no borra el dolor, solo me ayuda a respirar”.
La influencer también hizo un llamado a la empatía y a no juzgar sin conocer la historia completa:
“A veces la gente juzga sin saber. No fue un lujo, fue un respiro. Estoy pasando por un momento personal difícil, pero sigo en pie. No todo lo que se muestra es color de rosa”.
Un tiempo para sanar
Durante la internación de Thiago, Camilota fue el rostro visible del drama familiar: compartió partes médicos, gestionó ayudas y acompañó cada paso del proceso. Su presencia constante en redes la expuso tanto al apoyo de los seguidores como a la crítica de los detractores.
El regreso a actividades personales —como el día de spa— marcó, según sus propias palabras, un intento de reencontrarse con la calma después de un período de angustia y agotamiento emocional.
La controversia, sin embargo, volvió a poner sobre la mesa un debate recurrente: hasta qué punto las redes sociales son un espacio para el desahogo o una vitrina donde cada gesto puede ser juzgado.