Con apenas 18 años, el rapero y cantautor argentino Milo J vuelve a sorprender con un proyecto artístico de alto vuelo: “La vida era más corta”, su nuevo álbum lanzado hoy bajo el sello Sony Music Latin, es un testimonio crudo, poético y profundamente íntimo que confirma su lugar entre los artistas más singulares de su generación.
🎼 El disco está compuesto por 15 canciones que escapan a los moldes tradicionales del género urbano. En su lugar, Milo propone una mezcla audaz de folklore argentino, tangos, bandoneones y cantos originarios, todo reinterpretado con una sensibilidad contemporánea. Suena a lo que fue, a lo que es, y a lo que podría ser.
📝 En palabras del propio artista, este disco representa “un propósito” y “una declaración íntima y urgente”. Las letras recorren temas como la memoria colectiva, la herencia familiar, el pesimismo existencial y el deseo constante de encontrar sentido en un mundo fragmentado.
📜 El manifiesto que acompaña el lanzamiento, escrito por Milo J, es tan literario como desgarrador. Allí afirma:
“mi documento arranca con 47 y no me conozco más allá de los pantallazos…”
“hay pesadillas tan bien logradas que terminaron en canciones”.
Es una obra que no busca respuestas, sino provocar preguntas incómodas. Su tono oscila entre la bronca lúcida y la melancolía terca.
🎤 A través de estos “pantallazos” —como él llama a los fragmentos que componen su narrativa—, Milo construye un relato no lineal donde lo íntimo se vuelve universal, y lo generacional encuentra eco en lo ancestral.
Le canta a los que vinieron antes, a los que no llegaron, y a los que apenas comienzan.
🇦🇷 Con este trabajo, Milo J se despega del mainstream sin dejar de pertenecer, trazando un camino propio donde lo urbano y lo tradicional conviven sin pedir permiso. Ya no es solo una promesa: es una voz que tiene algo que decir, y lo dice con una madurez inusual para su edad.
📚 Curiosidad con peso histórico: Uno de los samples usados en “La vida era más corta” proviene de una grabación de campo realizada en Jujuy en los años ‘70, rescatada del archivo sonoro del INAMU. Milo pidió personalmente el permiso a la comunidad originaria que aparece en el track. Un gesto pequeño, pero revelador del respeto con el que encara cada paso de su obra.