El piercing en la lengua, que en distintas culturas tiene raíces ancestrales, se popularizó en Occidente en las últimas décadas como expresión de identidad, moda o rebeldía. Sin embargo, un nuevo trabajo publicado en la revista Clinical Practice alerta sobre sus efectos adversos para la salud bucal y general.
👉 Los investigadores analizaron estudios realizados entre 1990 y 2025 y hallaron una amplia variedad de complicaciones:
- Fracturas dentales y daño en encías.
- Infecciones locales y sistémicas, algunas con riesgo vital.
- Hemorragias por lesiones en vasos sanguíneos.
- Alteraciones en la sensibilidad y el movimiento de la lengua.
- Ingestión accidental de piezas del adorno con riesgo digestivo.
La primera autora del estudio fue Silvia Rojas-Rueda, de la Universidad de Alabama, junto a especialistas de Hungría, México y otras instituciones de Estados Unidos. Uno de los datos más preocupantes: el 53,7% de los jóvenes con piercing en la lengua reconoció no haber recibido información suficiente sobre los peligros antes de colocárselo.
Los expertos subrayaron también la falta de regulación e higiene en muchos estudios de tatuajes y perforaciones, lo que aumenta el riesgo de contagios de hepatitis, HIV, micosis y otras infecciones.
En diálogo con Infobae, la odontóloga argentina María Anabel Lama (UBA) fue tajante: “Hoy se recomienda evitar los piercings en lengua, labios, mejillas o frenillos. Siempre existe la posibilidad de infecciones graves, traumatismos o incluso obstrucción de la vía aérea si el adorno se desprende”.
Finalmente, los investigadores y especialistas coinciden en un consejo claro 🦷: si alguien ya se colocó un piercing en la lengua, lo más recomendable es retirarlo para prevenir complicaciones futuras y proteger la salud bucal y general.