Tomar un medicamento para perder peso puede ser emocionante y atemorizante a la vez. Los medicamentos llamados semaglutidas —más conocidos por sus nombres comerciales Ozempic y Wegovy— han demostrado ayudar a las personas a perder cerca del 15% de su peso corporal.
Pero no son una solución rápida. Andrés J. Acosta, M.D., Ph.D., experto en el tratamiento de la obesidad en Mayo Clinic, afirma que estos medicamentos no son “una píldora mágica, o en este caso, una inyección mágica”.
Las razones son claras:
- El medicamento no es un atajo fácil. Para perder peso y mantener la pérdida, es necesario adoptar un estilo de vida más saludable. Los medicamentos son una herramienta, no un sustituto de los hábitos.
- La dieta sigue siendo fundamental. “Lo que hace este medicamento es suprimir el apetito, por lo que no se siente tanta hambre y se puede comer menos. Por eso la dieta es importante”, explica el Dr. Acosta. Recomienda priorizar una alimentación baja en calorías y rica en proteínas para asegurar la pérdida sostenible.
¿Quiénes pueden usarlos?
“La FDA aprobó estos medicamentos para personas con un IMC superior a 30, o superior a 27 si existen enfermedades relacionadas con la obesidad, como diabetes o hipertensión”, indica el especialista.
El perfil médico de cada paciente influye en la conveniencia de utilizarlos: peso, antecedentes, medicación actual y etapas vitales como embarazo o lactancia. Además, investigaciones de Mayo Clinic sugieren que las semaglutidas pueden funcionar mejor en personas con ciertos genes relacionados con el apetito, por lo que las pruebas genéticas podrían guiar los tratamientos en el futuro.
Costos y cobertura
Medicamentos como Ozempic pueden ser costosos y no siempre están cubiertos por los seguros de salud, por lo que recomiendan verificar la cobertura antes de iniciar el tratamiento.
Efectos secundarios
Las semaglutidas suelen provocar efectos adversos leves como náuseas, estreñimiento o diarrea, que empeoran si se come en exceso. En casos poco frecuentes pueden presentarse complicaciones graves como inflamación del páncreas, problemas renales o hipoglucemia, sobre todo si se combinan con otros fármacos para la diabetes.
Seguimiento médico indispensable
El tratamiento requiere controles periódicos para evaluar hábitos, resultados y posibles ajustes de dosis. Suspender el medicamento sin haber modificado el estilo de vida favorece la recuperación del peso perdido.
“Los estudios han demostrado que probablemente se recupere el peso si no se adoptan cambios en el estilo de vida”, concluye el Dr. Acosta.