El cambio climático no es solo un problema lejano o abstracto: sus huellas aparecen cada día en la salud, el bolsillo y el bienestar emocional de millones de personas. Olas de calor más frecuentes, alimentos más caros, falta de agua y enfermedades que llegan a nuevas regiones son parte de un fenómeno que crece de manera silenciosa, pero visible.
Informes de la ONU y la OMS señalan que entre 2030 y 2050 el cambio climático podría provocar 250.000 muertes adicionales cada año por desnutrición, diarrea y golpes de calor. A esto se suman enfermedades transmitidas por insectos, como dengue o malaria, que avanzan sobre zonas donde antes no existían.
El impacto económico también es evidente. Sequías e inundaciones afectan la producción agrícola y elevan el precio de los alimentos, mientras que la energía y la vivienda en zonas más seguras se encarecen. “Las peores condiciones climáticas pueden disminuir la producción o encarecer los alimentos”, explicó a Infobae Jesús Marcos Gamero Rus, especialista en sostenibilidad.
Las ciudades, por su parte, intensifican el fenómeno con el efecto “isla de calor”, donde las temperaturas urbanas superan ampliamente a las rurales, aumentando el consumo de energía, la contaminación y las enfermedades relacionadas con el calor.
Sin embargo, muchos no perciben la urgencia del problema. “El clima compite con preocupaciones inmediatas como la inflación o la inseguridad”, señaló el sociólogo Martín Wainstein. Según el experto, esta falta de atención se explica también por la tendencia a minimizar cambios graduales y por la sensación de que las acciones individuales no generan impacto, lo que deriva en “indefensión aprendida”.
La percepción cambia según la edad: los jóvenes expresan más preocupación y protagonizan protestas, mientras que los adultos, con más poder institucional, muestran mayor resistencia a modificar hábitos. Para Wainstein, el camino pasa por unir fuerzas: “Lo más eficaz serían proyectos intergeneracionales, donde la inquietud juvenil y la capacidad organizativa adulta se combinen para transformar la experiencia en decisiones cotidianas”.