Cámaras por todas partes, reputación en jaque. En la era de los smartphones, los CEOs dejaron de ser figuras blindadas por la discreción corporativa. Hoy, cualquier error —desde una infidelidad en un recital hasta un arrebato infantil en una cancha de tenis— puede volverse viral en minutos y dejar una empresa tambaleando.
📱 “Si sos un CEO que recuerda los viejos tiempos donde te salías con la tuya, esos días se terminaron”, aseguró Erik Gordon, profesor de gobierno corporativo en la Universidad de Michigan, en diálogo con Fortune.
🧢 El CEO que se robó una gorra en el US Open
🎾 Todo empezó después de un partido del tenista polaco Kamil Majchrzak. La estrella del escándalo fue Piotr Szczerek, director de la empresa Drogbruk, quien fue grabado mientras le arrebataba la gorra del jugador a un niño al que se la estaban regalando.
😲 Las redes no lo perdonaron: el video fue un impacto visual tan fuerte que no necesitó contexto.
“Ver a un adulto estirarse para quitarle algo a un chico genera una reacción visceral. Es más fuerte que cualquier titular”, explicó Gordon.
🔻 Como resultado, la empresa fue bombardeada con críticas online, su calificación en Trustpilot cayó a 1.1 y la plataforma tuvo que cerrar la página de reseñas por “atención mediática desmedida”.
🎤 El otro caso viral: amor prohibido en pleno recital de Coldplay
🎶 Fue en julio, en un estadio lleno de celulares. El ex CEO de Astronomer, Andy Byron, fue filmado en una actitud romántica con su ex directora de personal, Kristin Cabot. El detalle: ambos estaban casados… con otras personas.
👩💼 Las imágenes se viralizaron antes de que la junta directiva tuviera tiempo de procesar lo ocurrido. ¿El resultado? Destitución inmediata.
📣 “En redes, la gente juzga en segundos. Si no actuás rápido, perdés el control de la narrativa”, explicó la profesora Kara Alaimo.
⏱️ La “hora dorada” del control de daños
🕐 Según los expertos en comunicación, las empresas tienen apenas 60 minutos desde que estalla un escándalo para dar una respuesta efectiva. Después de ese margen, el daño se consolida.
🚨 “Es como un infarto. Si reaccionás rápido, podés salvar algo. Si no, es demasiado tarde”, graficó Alaimo.

🤐 El silencio, un error que cuesta millones
💸 El costo de una crisis no es solo de imagen. La mayoría del valor de mercado de una empresa está ligado a su reputación. Una mala conducta en la cima puede afectar la cotización, la confianza de los clientes y hasta la capacidad de contratar empleados.
📉 En Drogbruk, los usuarios se organizaron para arruinar la reputación digital de la empresa. En Astronomer, la junta no tuvo más opción que cortar por lo sano.
🧑💼 Gobierno corporativo: adiós al “doble estándar”
⚖️ La asesora corporativa Nell Minow advirtió que muchas juntas todavía perdonan conductas a los CEOs que jamás tolerarían en empleados comunes, algo que mina la cultura empresarial.
🙅♀️ Pero eso está empezando a cambiar. El caso del CEO de Nestlé, despedido sin indemnización por mantener una relación con una subordinada, marcó un punto de inflexión.
💬 “Fue destituido un fin de semana y sin cobrar un centavo. Eso es raro. Pero también es un indicador de que, al fin, las empresas están entendiendo”, opinó Minow con ironía.
🎥 ¿Y ahora? No hay más excusas
🔎 La vigilancia no cambió, lo que cambió es la visibilidad. “El problema no es que haya una nueva carga sobre los CEOs, sino que ya no pueden esconderse”, resumió Gordon.
🌐 En tiempos donde la viralidad manda más que un comité de ética, los ejecutivos deberán repensar no sólo lo que hacen… sino también dónde lo hacen, con quién y frente a cuántos celulares encendidos.
🧠💡 Curiosidad que pocos saben:
El término “hora dorada” usado en gestión de crisis empresariales proviene originalmente de la medicina de emergencia. Se refiere al lapso crítico tras un trauma grave donde las probabilidades de supervivencia son más altas. Hoy, se aplica a empresas: una crisis no manejada en la primera hora puede ser letal para la marca.