Un paciente estadounidense de 67 años superó los seis meses de vida tras recibir un riñón de cerdo genéticamente modificado, en un avance histórico para la medicina regenerativa y los trasplantes de órganos. La cirugía, realizada en enero, permitió que Tim Andrews dejara la diálisis, tratamiento al que estaba sometido durante más de dos años debido a enfermedad renal terminal.
Un hito en la medicina
Según un artículo de Nature, este es el riñón de cerdo que más tiempo ha sobrevivido en un ser humano. El cirujano Wayne Hawthorne, de la Universidad de Sídney, destacó que los primeros seis meses constituyen el periodo de mayor riesgo para paciente y órgano, y consideró que alcanzar los 12 meses sería “un resultado fantástico a largo plazo”.
Andrews, residente de Concord, New Hampshire, había enfrentado complicaciones graves, incluyendo un infarto, y su grupo sanguíneo O complicaba aún más la espera de un trasplante compatible. Tras la cirugía, aseguró: “En cuanto desperté, la nube de la diálisis desapareció. Me sentí revitalizado. Fue un milagro”.
Innovación genética
El riñón provino de un cerdo con tres tipos de modificación genética:
- Eliminación de tres antígenos para evitar rechazo inmunológico.
- Incorporación de siete genes humanos para reducir inflamación y complicaciones hemorrágicas.
- Desactivación de retrovirus presentes en el genoma porcino.
Gracias a estos cambios, el órgano funcionó de manera estable y prolongada, marcando un nuevo paradigma en xenotrasplante.
Contexto histórico y relevancia
Anteriormente, la supervivencia de órganos animales modificados genéticamente en humanos solía ser de pocos meses. Antes de Andrews, la supervivencia más prolongada registrada fue de cuatro meses y nueve días. Entre 1960 y 1990, los trasplantes de órganos animales duraban entre cuatro minutos y 70 días.
Este procedimiento responde a la grave escasez de órganos humanos disponibles para trasplante, con diez pacientes falleciendo cada día en Estados Unidos mientras esperan un órgano vital.
Riesgos y futuro
La FDA advierte sobre posibles infecciones de origen animal, especialmente retrovirus que podrían manifestarse años después. Sin embargo, también reconoce que los xenotrasplantes podrían ofrecer soluciones para enfermedades con escasa disponibilidad de material humano, como diabetes y trastornos neurodegenerativos.
Investigadores del CSIC en España destacan que los cerdos son ideales para estos trasplantes por su fisiología y tamaño de órganos compatibles con los humanos, y porque su cría es relativamente sencilla.