El impacto humano en los ecosistemas marinos creció de manera acelerada durante décadas, impulsado por la pesca, la contaminación y el cambio climático. Lejos de ser fuentes inagotables, los océanos muestran vulnerabilidad frente a estas presiones, lo que pone en riesgo la biodiversidad y también los beneficios que brindan a la humanidad, desde la alimentación hasta la protección costera.
📌 Esta preocupación motivó a investigadores del National Center for Ecological Analysis and Synthesis (NCEAS) de la Universidad de California, Santa Bárbara, junto con el Institute for Coastal and Marine Research de la Universidad Nelson Mandela, a publicar un estudio en la revista Science. El trabajo, liderado por el ecólogo marino Benjamin Halpern, ofrece proyecciones inéditas sobre la magnitud futura de los impactos humanos y anticipa transformaciones drásticas en la salud de los océanos para mediados de este siglo.
Ecosistemas marinos: entre la resistencia y el límite
🌡️ “Nuestro impacto acumulado en los océanos, que ya es considerable, se duplicará para 2050, en tan solo 25 años. Es preocupante y es inesperado, no porque los impactos vayan a aumentar, sino porque lo harán muchísimo y a gran velocidad”, señaló Halpern.
El estudio revela que los impactos acumulados de las actividades humanas en los hábitats marinos crecerán entre 2,2 y 2,6 veces para mediados de siglo. Las zonas costeras seguirán siendo las más afectadas, aunque el mayor ritmo de aumento se dará en las aguas abiertas y, especialmente, en las regiones tropicales, donde los efectos podrían triplicarse entre 2041 y 2060.
En tanto, los polos, ya con altos niveles de presión, registrarán aumentos de 1,7 a 2,5 veces.
Factores de deterioro: del calor al hambre de los mares
🌡️ El calentamiento oceánico y la pérdida de biomasa pesquera se identifican como los motores principales del deterioro futuro.
A ellos se suman la acidificación, la contaminación por nutrientes y el aumento del nivel del mar, que afectan especialmente a hábitats costeros como marismas salinas, manglares y pastos marinos.
📊 Los países más vulnerables son aquellos con alta dependencia de recursos marinos, como Togo, Ghana y Sri Lanka, que podrían enfrentar graves consecuencias económicas y sociales.
Cómo se midió el futuro de los mares
El equipo empleó los conjuntos de datos más exhaustivos hasta la fecha para proyectar los efectos de 10 presiones humanas sobre 20 tipos de hábitats marinos. Estas presiones abarcan:
- Clima (temperatura del agua, calor del aire, aumento del nivel del mar)
- Química oceánica (acidificación, oxígeno disuelto)
- Factores terrestres (nutrientes, contaminación lumínica, densidad poblacional costera)
- Productividad primaria neta
- Pesca (pérdida de biomasa)
🔎 La resolución espacial del análisis alcanzó los 10 km, lo que permitió diferenciar con precisión entre hábitats costeros y marinos, e identificar cuáles resultan más vulnerables.
El estudio consideró dos escenarios climáticos del IPCC:
- SSP2-4.5: mitigación moderada.
- SSP5-8.5: escenario extremo de altas emisiones.
Mitigación y futuro posible
Los autores insisten en que reducir cualquier presión ayuda a reforzar la resiliencia de los ecosistemas. Sin embargo, remarcan que las soluciones más efectivas serán aquellas que actúen sobre varios frentes al mismo tiempo: mitigación del cambio climático y una mejor gestión pesquera.
📌 “Poder anticipar el futuro es una herramienta de planificación sumamente poderosa. Aún podemos alterar ese futuro; este artículo es una advertencia, no una receta”, concluyó Halpern.