📱 Una costumbre diaria, un problema inesperado: millones de personas en todo el mundo llevan el celular al baño para revisar redes, leer noticias o simplemente entretenerse. Pero lo que parece un hábito inofensivo, podría tener consecuencias no tan agradables para la salud.
🔬 Una investigación del Centro Médico Beth Israel Deaconess, en Estados Unidos, analizó a 125 adultos que se sometieron a colonoscopias de rutina. El 66 % de los participantes admitió usar su teléfono en el inodoro, y estos pasaban considerablemente más tiempo allí que quienes no lo hacían.

📊 De hecho, el 37,3 % de los usuarios de celulares permanecía más de cinco minutos cada vez que iba al baño, en comparación con apenas un 7,1 % entre quienes no usaban el teléfono. ¿El dato alarmante? Se detectó un aumento del 46 % en el riesgo de hemorroides entre los usuarios frecuentes.
🧻 Contrario a lo que se pensaba, no fue el esfuerzo al evacuar lo que más se relacionó con la aparición de hemorroides, sino el tiempo prolongado sentado en el inodoro. A diferencia de una silla o un sofá, el inodoro no ofrece soporte al suelo pélvico, lo que genera una presión extra en la zona anal durante largos períodos.
🧠 El estudio también advierte que este tipo de presión sostenida puede favorecer la congestión de las almohadillas hemorroidales, una de las causas principales del malestar.
🏥 Las hemorroides son actualmente el tercer diagnóstico gastrointestinal ambulatorio más común en Estados Unidos, generando casi 4 millones de consultas al año y más de 800 millones de dólares en gastos médicos.
📢 “Un hábito tan moderno y extendido como usar el celular en el baño podría estar incidiendo silenciosamente en su desarrollo”, concluyen los investigadores.
🧐 ¿Sabías esto?
👉 Las hemorroides ya eran mencionadas en los papiros médicos del Antiguo Egipto, pero nunca imaginaron que, siglos después, el enemigo sería… ¡el teléfono móvil! 📱💥