Jewel Shuping: la mujer que eligió vivir ciega para sentirse completa

Desde que era apenas una niña, Jewel Shuping sabía que su destino no era el que todos imaginaban. Jugaba en pasillos oscuros, usaba gafas negras aun cuando no las necesitaba, y aprendió braille a los 20 años. Su anhelo era uno solo: dejar de ver.

🧠⚠️ Con el tiempo, recibió un diagnóstico tan raro como inquietante: Trastorno de Identidad de la Integridad Corporal (BIID, por sus siglas en inglés), una condición psicológica en la que el cuerpo no se siente propio. En su caso, el conflicto era claro: se sentía identificada con la ceguera.

🩺🥼 Fue en 2006, cuando tenía 21 años, que decidió llevar ese deseo al extremo. Acudió a una psicóloga y, lejos de tratar su condición, la profesional accedió a cumplir su pedido. Jewel relató que le aplicó anestesia y luego vertió limpiador de cañerías en sus ojos. Una escena tan cruda como perturbadora.

🔥😣 “El dolor era insoportable, pero pensaba: ‘Me estoy quedando ciega, todo va a estar bien’”, contó. Durante seis meses, su vista fue deteriorándose hasta desaparecer por completo.

👁️❌ Uno de sus ojos fue extirpado; el otro quedó con glaucoma y cicatrices permanentes. Cuando su familia descubrió que todo había sido intencional, cortaron todo vínculo con ella.

😊✅ A pesar de las consecuencias, Jewel asegura que jamás fue más feliz. “Por primera vez, mi cuerpo coincide con mi identidad”, afirma con convicción. Eso sí: aclara que no recomienda su método y espera que, en el futuro, existan tratamientos más seguros para quienes sufren BIID.


📌 Curiosidad que pocos conocen: El Trastorno de Identidad de la Integridad Corporal no está oficialmente reconocido por todos los manuales psiquiátricos, y hay personas que, en lugar de buscar la ceguera, sienten que alguna de sus extremidades “no les pertenece” y desean amputarlas. Muchos viven en silencio por miedo al rechazo o la incomprensión.