🌿 La ansiedad no es lógica ni voluntaria
Los especialistas consultados por TIME recuerdan que la ansiedad no se controla con fuerza de voluntad. Es un estado complejo, influido por la biología, el entorno y las experiencias de cada persona. Por eso, frases que parecen inofensivas pueden generar más angustia en lugar de alivio.
🚫 Frases que conviene evitar
- “Tranquilizate” → minimiza la experiencia y refuerza la frustración.
- “No hay nada de qué preocuparse” → invalida temores que para la persona son reales.
- “¿Otra vez estás preocupado?” → transmite juicio y vergüenza.
- “Todo va a estar bien” → crea falsas garantías.
- “Estás exagerando” o “Dejá de pensar así” → aumentan la autocrítica.
- “Solo tenés que ser más positivo” → cae en lo que los expertos llaman positividad tóxica.
💡 Alternativas que ayudan
En lugar de minimizar, la clave es validar y acompañar:
- “Veo que tenés miedo. ¿Querés que me quede con vos?”
- “¿Vamos a un lugar tranquilo a caminar un poco?”
- “Eso suena difícil. ¿Querés contarme qué pasa por tu mente?”
- “Noté que estás tenso hoy. ¿Querés que pensemos juntos qué te ayudó antes?”
- “Sentémonos y respiremos juntos tres veces.”
- “No estás solo. Estoy acá con vos.”
💙 El poder de la presencia
Los expertos coinciden en algo: el acompañamiento genuino y la escucha activa son más valiosos que cualquier consejo rápido. Validar emociones, ofrecer calma y estar presentes puede marcar la diferencia para alguien que atraviesa un momento de ansiedad.