🧪 Un informe de la plataforma británica Illicit Encounters encendió la polémica: según sus datos, las enfermeras encabezan la lista de mujeres infieles, superando a otras profesionales como maestras, asistentes sociales y ejecutivas.
💔 Aunque no se trata de una investigación académica, el estudio puso sobre la mesa una serie de factores emocionales que afectarían a muchas trabajadoras del rubro de la salud: estrés crónico, turnos extenuantes, presión emocional y falta de balance entre el trabajo y la vida personal.
🩺 En el caso de las enfermeras, estos elementos se traducen en agotamiento físico y mental, lo que puede llevar a una desconexión afectiva con sus parejas. El informe sugiere que, más allá del cliché de la “aventura”, muchas mujeres que son infieles lo hacen buscando un espacio donde ser escuchadas y contenidas emocionalmente.
📉 La rutina, el desgaste emocional y la falta de tiempo de calidad en pareja son ingredientes peligrosos para cualquier relación. El documento subraya que no es el deseo sexual lo que predomina, sino una necesidad afectiva no satisfecha.
🗨️ En entrevistas anónimas, varias mujeres confesaron sentirse “invisibles” en sus hogares, desbordadas por la presión laboral y sin herramientas para reconectar emocionalmente con sus parejas. Algunas dijeron que la infidelidad fue “un grito de ayuda” más que un acto de traición.
📚 Además de las enfermeras, otras profesiones con alta carga emocional —como la docencia, el trabajo social o la atención al cliente— también figuran en los primeros lugares del ranking de infidelidad, lo que plantea un interrogante mayor: ¿hasta qué punto el sistema laboral está afectando la salud emocional y los vínculos personales de las mujeres trabajadoras?
📌 Curiosidad que no muchos saben: según datos de la misma plataforma, las profesiones más fieles entre las mujeres serían aquellas con rutinas estructuradas y horarios fijos, como las administrativas o contables. Al parecer, la estabilidad laboral también puede reflejarse en lo afectivo. 🧠💼