Astrónomos descubrieron un planeta similar a Júpiter orbitando una estrella enana roja a miles de años luz, en una región remota de la Vía Láctea. La detección fue posible gracias a una microlente gravitacional, una predicción centenaria de Einstein que vuelve a demostrar su precisión… y su poesía cósmica.
🌌 Un mundo escondido entre sombras estelares
En un rincón lejano del disco galáctico, donde las estrellas son escasas y el frío es ley, un planeta gigante llamado AT2021uey b orbita silenciosamente alrededor de una estrella enana roja. Su existencia fue revelada por una simple distorsión de luz: un breve destello en el cielo que duró apenas unas horas.
Este planeta tiene 1,3 veces la masa de Júpiter y se encuentra a una distancia de 4 unidades astronómicas de su estrella —es decir, cuatro veces la distancia entre la Tierra y el Sol—. Su órbita lo sitúa más allá de la “línea de nieve”, una frontera crucial donde los gases y compuestos volátiles pueden condensarse y dar origen a planetas gigantes.
🌠 La microlente: un truco de luz y gravedad
El fenómeno que hizo posible su detección se conoce como microlente gravitacional, una distorsión óptica que ocurre cuando un objeto masivo pasa frente a una fuente de luz más lejana. Su gravedad curva el espacio-tiempo, amplificando temporalmente el brillo de la estrella de fondo. Este efecto, predicho por Einstein hace más de un siglo, es como ver un pájaro por su sombra… pero en el cielo.
“No vemos el planeta, vemos su huella sobre la luz”, explicó el astrónomo Marius Maskoliūnas. “Es como deducir la presencia de un cisne solo por la sombra que proyecta al pasar frente al Sol”.
🔴 Una enana roja con un gigante inesperado
Lo sorprendente no es solo el planeta, sino su contexto: una estrella enana roja de apenas 0,49 masas solares y temperatura superficial de 3.680 kelvins. Estas estrellas suelen tener planetas pequeños y cercanos, no gigantes gaseosos lejanos. La ubicación también es excepcional: mientras que la mayoría de los sistemas detectados por microlente se encuentran en el bulbo galáctico (el centro denso de la galaxia), este fue hallado en un raro evento de alineación entre el disco y el halo galáctico.
“Es solo el tercer planeta en la historia detectado tan lejos del núcleo galáctico”, señaló Edita Stonkutė, directora del proyecto de microlente de la Universidad de Vilna.
💫 Un laboratorio natural para nuevos modelos planetarios
La detección de AT2021uey b pone a prueba los modelos actuales de formación de planetas. Su entorno es de baja metalicidad (pocos elementos pesados), lo cual hace que su existencia sea difícil de explicar según las teorías vigentes.
“Cuando descubrimos los primeros exoplanetas, todo el sistema solar parecía la norma. Pero ahora sabemos que los sistemas planetarios son mucho más diversos de lo que imaginamos”, agregó Stonkutė.
🌍 Una galaxia más compleja y sorprendente
El descubrimiento demuestra que incluso en los lugares más remotos, la naturaleza encuentra formas de crear mundos. AT2021uey b es más que un planeta lejano: es un testimonio de cómo la colaboración científica global, la teoría de Einstein y la paciencia de los astrónomos permiten vislumbrar lo invisible.