Durante siglos, el Hombre de Vitruvio fue admirado como una fusión perfecta entre arte, ciencia y estética. Pero ahora, un estudio sorprendente revela que Leonardo da Vinci podría haber usado un triángulo equilátero —y no la proporción áurea— para encajar el cuerpo humano en un círculo y un cuadrado. ¿Visión intuitiva o ciencia adelantada?
🧩 Un enigma con forma de triángulo
Leonardo da Vinci escribió: “El espacio entre las piernas será un triángulo equilátero”. Una frase críptica, casi ignorada por los historiadores del arte… hasta ahora.
El dentista e investigador Rory Mac Sweeney se propuso entender si esa afirmación era literal y no meramente estética. Su investigación, publicada en Journal of Mathematics and the Arts, demuestra que ese triángulo no es decorativo, sino estructural: la clave geométrica para resolver el dibujo más famoso de la historia.
🔺 El triángulo de Bonwill y el cuerpo perfecto
Mac Sweeney relacionó la frase con el triángulo de Bonwill, una estructura anatómica conocida en odontología que conecta los extremos de la mandíbula inferior con el centro de los dientes frontales. Esa figura, con lados de unos 10 cm, genera una proporción especial cuando se aplica al Hombre de Vitruvio: 1,64 entre el lado del cuadrado y el radio del círculo.
Esta proporción se acerca al valor 1,633, también llamada proporción tetraédrica, vinculada a la eficiencia estructural en geometría molecular y arquitectura natural. En resumen: Leonardo no dibujó solo belleza; dibujó física, estructura y eficiencia biológica.
🔬 Ciencia renacentista, validación moderna
Según el estudio, Da Vinci habría desplazado intencionalmente el centro del círculo al ombligo y el del cuadrado a la ingle, para que los brazos y piernas se alinearan a la perfección con ambas formas. No se trataba de simbolismo místico ni de proporciones esotéricas, sino de un enfoque empírico basado en la geometría natural del cuerpo humano.
Los análisis más recientes sobre cráneos humanos —publicados en 2019— coinciden: la proporción 1,64 aparece en el cuerpo con una variabilidad mínima. Es decir, lo que Leonardo intuyó en 1490, la ciencia lo confirmó cinco siglos después.
🧠 ¿Leonardo genio o precursor científico?
“Este dibujo encapsula una regla universal de diseño”, afirma Mac Sweeney. “Leonardo entendía —o al menos intuía— que el cuerpo humano es un reflejo de las mismas leyes matemáticas que gobiernan el universo”.
Su hallazgo recibió el respaldo de la comunidad científica y fue sometido a revisión por pares. Ya no se trata solo de una genialidad artística: el Hombre de Vitruvio es también una hipótesis científica visual, una intuición renacentista que se alinea con la ciencia del siglo XXI.
✍️ Un artista que dibujó más que anatomía
Este descubrimiento suma una nueva capa al legado de Da Vinci. No se trató simplemente de ilustrar proporciones “ideales” con elegancia renacentista, sino de plasmar en papel una ley universal de eficiencia y simetría.
En vez de seguir a ciegas la mítica proporción áurea, Leonardo parece haber elegido otra constante más real, más biológica, más tangible. Y lo hizo 500 años antes de que los científicos pusieran nombre a esas fórmulas.