Después de fracturarse la cabeza del fémur al lanzarse al público desde el escenario, el cantante y DJ regresa a Niceto Club con un show renovado, íntimo y autobiográfico. “Fue un cierre de los 90, de una etapa. Hoy quiero otra cosa”, asegura Trusso, que promete emoción, canciones nuevas y reflexiones con humor.
💥 De un salto sin red al hospital
La noche del 27 de marzo, Maxi Trusso decidió entregarse al ritual del crowd surfing —esa vieja liturgia rockera de lanzarse al público— durante un show en Niceto Club. Pero algo falló: no hubo brazos para sostenerlo, y el golpe fue tan duro como simbólico. Terminó con una fractura en la cabeza del fémur, cirugía inmediata en el hospital Rivadavia y meses de rehabilitación intensa.
Lejos de victimizarse, el músico eligió procesarlo desde otro lugar: “Fue un cierre de los 90”, dice con ironía. “Iggy Pop, Juanse… todos lo hicieron. Y todos terminaron mal. Yo también”.
🎶 Un show con alma (y cicatrices)
Este 10 de julio a las 21.30, Trusso vuelve al mismo escenario donde cayó, pero con otra energía. El reencuentro con su público será un espectáculo distinto: “Va a ser una experiencia más íntima, un poco autobiográfica, con humor. Un show con más alma, con más conciencia”, anticipa.
El evento contará con una apertura a cargo de DJ Mariano Israelit, Chiwi Baynaud, Juan Ponce de León, Klaus, y presentadores como el Conde Rígoli y Gustavo Lutteral. Y dos días más tarde se presentará en el Centro Cultural de San Isidro.
✍️ Nuevas canciones, nuevas ideas
Durante su recuperación, Maxi encontró un espacio de introspección creativa:
“Este tiempo me sirvió para componer, para reencontrarme con cosas más intensas. Me ayudó a pasar a una etapa nueva, a no dejar de buscar”.
Entre esas composiciones surgieron temas como “La vida es un juego” y “Uno entre mil”, que narran el accidente y lo vivido. También escribió sobre el amor, la pérdida y la necesidad de “ver cosas grandes en cosas pequeñas”.
🧘♂️ De la caída al crecimiento
El accidente no fue el único golpe que motivó esa transformación. “Durante la pandemia fallecieron familiares, y sentí que se cerraba una era. Cumplía 50 años. Fue como un final de ciclo y el inicio del siglo XXI para mí”.
En ese proceso, su esposa, la irlandesa Tracy Shanahan, fue un pilar clave:
“Me apoyé mucho espiritualmente en mi mujer. Ella me sostuvo. Uno se da cuenta de que crecer desde la comodidad es una ilusión. Lo que se construye desde el dolor, después todo va en subida”.
🎟️ Reencuentro garantizado
Las entradas del show suspendido siguen siendo válidas. “Por suerte se vendieron más, así que se sumará más gente. Pero lo importante es el encuentro, no el número”, aclara Trusso, quien está decidido a no repetir viejas locuras:
“No, no me voy a volver a tirar. Fue una locura. Hoy ni entiendo cómo lo hice”.
🎤 Maxi Trusso, versión 2025
Sin dejar atrás su estilo, Trusso regresa con algo más que un show. Vuelve con una narrativa personal, con heridas y aprendizajes, con nuevos sonidos y una mirada renovada sobre la vida, el escenario y su propia voz.
Porque después de caer, lo más rockero no es levantarse: es volver transformado.