🗣️ En una sala de espera, en una reunión o en un ascensor, el silencio suele incomodar. Muchos lo llenan con frases sobre el clima, el tránsito o cualquier tema inofensivo. Sin embargo, según el especialista en inteligencia emocional Justin Bariso, las personas más inteligentes evitan este tipo de conversación superficial conocida como small talk.

🤐 ¿Por qué eluden el small talk?
📉 Para Bariso, el small talk cumple una función social básica, pero rara vez genera vínculos reales. Es previsible, impersonal y suele activarse solo para evitar el silencio. No deja huella, no profundiza, no se recuerda.
💡 “Hablar por hablar no es cortesía, es una oportunidad desperdiciada”, afirma el experto. Lejos de ser antisociales, quienes esquivan este tipo de charla lo hacen porque valoran su tiempo y energía emocional.
🔍 Qué hacen en cambio: conexión con propósito
🎯 Las personas emocionalmente inteligentes priorizan el diálogo con intención. Prefieren conversaciones breves pero significativas. En lugar de decir “¡Qué calor hace hoy!”, preguntan: “¿Qué te entusiasma últimamente?”, o “¿Qué aprendiste este mes que no sabías antes?”.
👂 También practican la escucha activa: prestan atención, no interrumpen, retoman lo que el otro dice y no giran la conversación hacia sí mismos.
💬 Las claves para una charla con contenido
✅ Hacer preguntas abiertas que inviten al otro a hablar de sí mismo
✅ Escuchar sin planear la respuesta
✅ Mostrar interés sincero
✅ No tener miedo al silencio si no hay nada valioso que decir
📌 Estas simples prácticas no solo generan confianza: también mejoran las relaciones personales y laborales.
🏢 En el trabajo, más impacto del que parece
🤝 En contextos laborales, este enfoque tiene efectos notables. Según Bariso, los empleados se sienten más comprometidos cuando notan un interés genuino de sus jefes, no solo por sus tareas, sino por ellos como personas.
🎯 Una conversación breve pero real puede fortalecer la colaboración, la confianza y el bienestar dentro de un equipo.
🔍 Una curiosidad que pocos conocen
📚 ¿Sabías que el término small talk fue acuñado por primera vez en 1923 por la escritora estadounidense Dorothy Parker? Lo usó irónicamente para describir esas conversaciones “insustanciales” que llenaban las fiestas de sociedad de Nueva York. Cien años después, sigue siendo el nombre de una forma de interacción que muchos prefieren evitar.