🧊 Cuando el calor aprieta, la reacción inmediata de muchos es correr a darse una ducha bien fría para refrescarse. Sin embargo, lo que parece una solución rápida puede transformarse en un problema serio para la salud, según advierten científicos.
🚿 En esos días en que el sol no da tregua y la temperatura corporal sube, el cuerpo humano lucha por mantenerse fresco. Pero si en ese momento se toma una ducha con agua demasiado fría, los vasos sanguíneos de la piel se contraen bruscamente. ¿El resultado? Menos sangre circulando cerca de la superficie y más calor atrapado en el interior del organismo.
💔 Peor aún: si el agua ronda los 15 °C, puede elevarse la presión arterial, algo particularmente riesgoso para quienes tienen problemas cardíacos. Las consecuencias pueden ir desde taquicardia o bradicardia, hasta un desenlace fatal.
✅ ¿Entonces no hay que ducharse? ¡Sí, claro que sí! Pero los expertos aconsejan hacerlo con agua templada, entre 26 y 27 °C. También es útil hidratarse con agua fresca y mantener los ambientes ventilados para ayudar al cuerpo a disipar el calor.
🧐 Curiosidad que pocos conocen: En algunos países nórdicos, como Finlandia, es común alternar entre saunas extremadamente calientes y baños en agua helada. Aunque parece una locura, este ritual tiene siglos de tradición… ¡pero solo funciona porque sus cuerpos están adaptados desde hace generaciones!