Karol G ha dado un giro tan audaz como emotivo en su carrera con el lanzamiento de Tropicoqueta, su quinto álbum de estudio. Esta nueva producción no es simplemente un compilado de canciones, sino una declaración de identidad: un recorrido sonoro por las tradiciones musicales de América Latina que mezcla géneros como ranchera, bachata, merengue, mariachi y hasta vallenato, con el inconfundible sello de la artista colombiana.
Con colaboraciones de peso como Greeicy, Marco Antonio Solís y Manu Chao, el álbum parece decir a gritos lo que su autora ya dejó claro en redes: “Cada canción es un mundo”. Y ese mundo no es estático, ni predecible, ni siquiera cómodo. Es —según sus propias palabras— “intenso, impredecible, dramático, mágico, auténtico, único”.
El primer tema, La reina presenta, cuenta con un guiño especial: un mensaje de la mismísima Thalía, quien resume la evolución de Karol G con una frase tan mediática como simbólica: “Pasó de ser la Bebecita, a la Bichota y ahora a la Tropicoqueta”. Trilogía de coronación para una artista que entendió que el poder no se ostenta solo con beats urbanos, sino también abrazando los sonidos que nos cantaron las abuelas.
Un álbum de identidades cruzadas
Tropicoqueta incluye una ranchera dolida (Ese hombre es malo), un vallenato melancólico (No puedo vivir sin él), un merengue para la pista (Si antes te hubiera conocido) y una bachata íntima (Amiga mía, junto a Greeicy). También se destaca Coleccionando heridas, una balada con tintes de mariachi que comparte con Marco Antonio Solís —una unión de generaciones y estilos que suena a carta de amor a México.
Por si fuera poco, la artista se anima a cantar en portugués con Bandida entrenada, y se da el lujo de una colaboración transcontinental con Manu Chao en Viajando por el mundo, donde el espíritu nómada y rebelde del francés se encuentra con la cadencia tropical de Karol.
No es un álbum, es un viaje
En un panorama dominado por fórmulas de éxito rápido, Karol G apuesta por lo contrario: un disco que no se agota en la primera escucha, que propone detenerse, volver, descubrir. En sus palabras: “Es un álbum para quedarse. Para volverse a enamorar de una canción distinta cada día”.
Tropicoqueta no solo confirma la versatilidad de Karol G; también la reivindica como una artista capaz de moverse con naturalidad entre lo popular y lo tradicional, lo urbano y lo ancestral. Porque a veces, para llegar más lejos, hay que volver a casa.