¿El próximo fenómeno animado? Pixar presenta Gatto y surgen inevitables comparaciones con la ganadora del Oscar

La maquinaria creativa de Pixar ha vuelto a ponerse en marcha y, como era de esperar, no ha pasado desapercibida. Durante el prestigioso Festival de Cine de Animación de Annecy, la compañía presentó su nueva apuesta cinematográfica: Gatto. Bastó una imagen promocional para encender la conversación en redes sociales, donde los usuarios no tardaron en establecer paralelismos con Flow, la aclamada película que se alzó con el Óscar a Mejor Película de Animación en la última edición de los premios.

De Venecia con amor (y con deudas felinas)

Según lo publicado por Pixar, Gatto llegará a las salas de cine en 2027. Dirigida por Enrico Casarosa —recordado por su labor en Luca—, la cinta marca el regreso del estudio a Italia, esta vez con un protagonista poco habitual: un gato negro llamado Nero.

La sinopsis oficial revela que Nero, melómano empedernido y habitante de una Venecia tan melancólica como majestuosa, arrastra una deuda con un jefe mafioso del submundo felino. Marginado por las supersticiones que rodean su color, el personaje se embarca en una inesperada travesía emocional en busca de redención, amistad y propósito… siempre y cuando la oscuridad veneciana no lo devore primero.

Un calendario apretado para Pixar

La compañía ha confirmado que Gatto se lanzará después de Hoppers y Toy Story 5, ambas previstas para 2026, pero precederá a dos esperadas secuelas: Coco 2 y Los Increíbles 3. Esta ubicación estratégica en el calendario evidencia la confianza de Pixar en su nuevo relato original.

¿Y por qué las comparaciones con Flow?

La mención de Flow —la producción letona dirigida por Gints Zilbalodis— no es casual. Aquella obra, también centrada en un protagonista animal y con un enfoque existencialista, conmovió al público con su estilo visual minimalista y su narrativa introspectiva. La nueva propuesta de Pixar, aunque más estilizada y con el respaldo de una gran industria, parece apostar por una sensibilidad similar: melancolía, belleza, y la eterna pregunta sobre el sentido de nuestra travesía vital, incluso si quien la recorre es un gato.

Si Flow fue el susurro poético de un estudio independiente, Gatto podría ser el eco resonante de ese susurro en las amplias bóvedas del cine comercial. La antítesis es evidente: lo íntimo frente a lo grandilocuente, lo artesanal frente a lo industrial. Y sin embargo, ambas buscan lo mismo: conmovernos.

¿Será Gatto un digno heredero o una simple coincidencia temática? Para eso habrá que esperar. Pero mientras tanto, el gato ya ha saltado del tejado… y ha caído directo en el centro del debate.