Los cinco errores más comunes que cometés y por qué los delincuentes saben tu nombre y tus datos

💻 La era digital nos conecta, pero también nos expone. Las estafas por Internet no son casualidad ni mala suerte: muchas veces, son el resultado directo de nuestros propios hábitos. Cada día, sin saberlo, miles de personas facilitan el trabajo de los ciberdelincuentes, regalando su información personal con pequeños actos cotidianos.

📲 1. Participar en sorteos y promociones en línea
Una de las prácticas más comunes —y más peligrosas— es inscribirse en concursos que piden nombre completo, correo electrónico y hasta dirección o número de teléfono. Lo que parece un simple juego de azar, puede ser en realidad una trampa para recolectar datos y venderlos a terceros. Además, los estafadores detectan patrones psicológicos: quienes creen más en la suerte, son más manipulables.

🧾 2. Enviar formularios de garantía sin verificar el destino
¿Registraste tu nuevo microondas o el celular que te compraste? Es probable que hayas compartido tus datos laborales, financieros y personales en un formulario sin saber dónde terminará. Esa información es clave para diseñar ataques personalizados, suplantar identidades y hacer caer a la víctima en trampas que imitan comunicaciones legítimas.

📊 3. Completar encuestas online con frecuencia
Las encuestas parecen inofensivas, pero detrás de una simple pregunta sobre tu marca favorita de shampoo se oculta un interés más profundo. Tus gustos, hábitos y preferencias se transforman en perfiles de consumo muy codiciados, y pueden terminar en bases de datos clandestinas. ¿El resultado? Correos, llamados o mensajes que parecen hechos a tu medida… y lo están.

📸 4. Compartir demasiada información en redes sociales
Publicar cada paso que das, desde una cena con amigos hasta tu ubicación actual, abre la puerta a los ataques dirigidos o spear phishing. Los ciberdelincuentes observan y construyen perfiles detallados de sus víctimas, replicando intereses, nombres de familiares o incluso acentos regionales en sus engaños. Cuanto más muestres, más vulnerable sos.

🗑️ 5. Tirar documentos personales sin destruirlos
Aunque todo parezca digital, la basura sigue siendo oro para los ladrones. Facturas, resúmenes bancarios, recibos médicos… todo eso puede usarse para abrir cuentas, hacer compras o validar accesos. Quemar o triturar los papeles con datos sensibles debería ser tan común como cerrar la puerta con llave.


📌 Curiosidad que pocos saben: en foros clandestinos de la dark web, una base de datos con nombre, email y dirección puede venderse por tan solo 1 dólar. Pero si incluye historial médico, puede alcanzar los 250 dólares por persona. ¿Quién dijo que tu información no vale nada? 💸