Volver a tener 10 años: por qué mirar dibujitos o escuchar canciones de la infancia puede ayudarte a sanar

La nostalgia no es solo un recuerdo tierno, también puede ser una herramienta poderosa para calmar la ansiedad, reconectar con vos mismo y encontrar refugio emocional.

¿Alguna vez te encontraste mirando un capítulo de tu dibujo animado favorito y, de repente, sentiste una mezcla de ternura, tristeza, calma y ganas de llorar todo junto? tranquilx, no estás solx: eso se llama nostalgia, y no es casual que aparezca en los momentos en que más necesitás un abrazo.

En un mundo que constantemente nos exige ser productivos, crecer rápido y estar “bien”, muchas veces se nos olvida que fuimos niñxs. que tuvimos una versión más simple, intuitiva y honesta de nosotros mismos. volver a conectar con esa etapa es más que un capricho emocional: puede ser un verdadero acto de reparación interna.

La nostalgia como terapia emocional

Desde la psicología, se sabe que la nostalgia tiene un efecto regulador sobre las emociones. nos ayuda a recuperar el sentido de identidad, nos da una sensación de continuidad y puede incluso mejorar el estado de ánimo.
según un estudio publicado por la universidad de southampton, recordar momentos felices del pasado puede disminuir la percepción del dolor físico y emocional. y en épocas de ansiedad o tristeza, mirar dibujitos, escuchar la música de cuando tenías 10 años o volver a leer tu cuento favorito puede darte un respiro que ni el scroll infinito de redes logra darte.

🌈 Cosas simples para volver a ser niñx (aunque sea por un ratito)

Acá te dejamos un pequeño top de rituales cotidianos que podés hacer cuando sentís que todo te supera o simplemente querés reconectar con tu yo más auténtico:

  1. mirar un capítulo de tu dibujo animado favorito 
    (sí, incluso si ya sabés los diálogos de memoria).
  2. escuchar un cassette, un disco o playlist de tu infancia 
    armá tu propia “máquina del tiempo musical” en spotify.
  3. colorear con lápices o fibras sin buscar un resultado estético 
    es una forma simple de meditar sin darte cuenta.
  4. comer algo que te hacía feliz de niñe 
    un bon o bon, una chocolatada, un plato que te cocinaba tu abuela.
  5. escribir una carta a tu “yo de los 10 años” 
    y después respondela como adultx.
  6. oler algo que te transporte (colonias, jabones, plastilina, lo que sea)
    el olfato es el sentido con mayor conexión directa a la memoria emocional.

Volver a lo simple no es retroceder

Repetilo como mantra: volver a la infancia no es un retroceso, es una forma de avanzar con ternura. en tiempos donde todo parece estar fuera de control, recuperar lo que te hacía feliz sin motivo es una manera de anclarte, de encontrar algo familiar dentro del caos.

Así que, la próxima vez que necesites un respiro, no te juzgues por volver a ver “las chicas superpoderosas” o escuchar el soundtrack de lizzie mcguire. es tu corazón recordándote que todo empezó con algo simple: el deseo de sentirte bien.