🧠 La inteligencia artificial está revolucionando la educación y plantea una pregunta inquietante: ¿pueden los robots sustituir a los maestros? La respuesta, por ahora, es no. Pero los educadores deberán reinventarse para mantener su lugar en las aulas.
🤖 Las máquinas son veloces, incansables y precisas, pero carecen de algo fundamental: humanidad. Según Segundo Píriz Durán, rector de UNIE Universidad, “la máquina puede sustituir procesos automáticos, pero no puede sustituir el análisis crítico que el profesor hace en una tutoría”.

👨🏫 A diferencia de un algoritmo, el docente tiene la capacidad de detectar el ánimo de un estudiante, leer entre líneas un silencio, o dar una palabra justa en un momento difícil. Esa cercanía, esa lectura emocional, es insustituible por más datos que tenga un sistema.
💬 “El profesor no solo seguirá siendo clave, sino que, en mi opinión, será más importante que nunca”, enfatiza Píriz Durán. En lugar de transmitir contenidos —algo que puede hacer una máquina—, el maestro debe transformarse en mentor, guía y facilitador del pensamiento crítico.
🔬 Además, al liberarse de tareas mecánicas gracias a la IA, los profesores podrán dedicarse más a la investigación y a generar conocimiento nuevo. Es decir, más ciencia, menos burocracia. La figura del docente-investigador se fortalece como antídoto frente a la automatización.
📘 Los estudiantes, por su parte, también deben reforzar competencias que la IA no puede replicar, como el pensamiento crítico. Cuestionar, analizar, dudar, construir argumentos… todo eso seguirá siendo terreno exclusivo de los humanos.
🧩 Porque, al final del día, ningún modelo puede enseñar a vivir con ética, con empatía o con sentido social. Y esa, justamente, es la gran tarea de un buen maestro.
💡 Curiosidad que pocos saben: En Japón, donde la robótica está muy avanzada, se han desarrollado robots que enseñan materias básicas. Sin embargo, ¡ninguno ha logrado superar la efectividad emocional de un maestro humano al enseñar valores o motivar a un alumno en crisis!