En los últimos días de diciembre, se registraron cinco accidentes aéreos que cobraron más de 200 vidas en total, lo que ha generado preocupaciones sobre la seguridad de la aviación, a pesar de que las probabilidades de accidentes aéreos siguen siendo bajas a nivel mundial.
México
El 22 de diciembre, una avioneta Cessna 207 se estrelló en una zona boscosa de Quitupan, Jalisco, causando la muerte de cinco adultos y dos menores. Según Protección Civil de Jalisco, una posible falla en el sistema de la aeronave podría haber provocado el accidente.
Kazajistán
El 25 de diciembre, un avión Embraer E190AR de Azerbaijan Airlines se desplomó en el oeste de Kazajistán, dejando 38 fallecidos y 29 sobrevivientes. Las primeras versiones apuntan a una colisión con aves, aunque también se investiga la posibilidad de que un misil ruso estuviera involucrado, aunque esto último no ha sido confirmado.
Corea del Sur
El 28 de diciembre, un Boeing 737-800 de Jeju Air explotó al intentar aterrizar en el aeropuerto de Muan. El impacto contra una valla habría causado la explosión, dejando 179 fallecidos y solo dos sobrevivientes. Autoridades locales también atribuyen el accidente a una posible colisión con aves.
Canadá
El mismo 28 de diciembre, un vuelo de Air Canada, operado por PAL Airlines, realizó un aterrizaje de emergencia en Halifax, Nueva Escocia. El avión derrapó en la pista y la parte izquierda se incendió, aunque las 80 personas a bordo fueron evacuadas sin heridas. Según el portavoz de Air Canada, una falla en el tren de aterrizaje pudo haber causado el incidente.
Noruega
Un vuelo de KLM que cubría la ruta Oslo-Ámsterdam aterrizó de emergencia en el aeropuerto de Torp, Sandefjord, debido a un presunto fallo hidráulico. Con 176 pasajeros y seis tripulantes a bordo, el avión salió de la pista y terminó en una zona de hierba. A pesar de las complicadas condiciones climáticas, no se reportaron heridos.
Preocupación mundial
Estos incidentes, ocurridos en un corto lapso, han generado cuestionamientos sobre la seguridad en la aviación. Sin embargo, expertos recuerdan que la frecuencia de accidentes aéreos es extremadamente baja a nivel global.