La Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (ANMAT) realizó cambios en el Manual de Aplicación de la Ley de Etiquetado Frontal, vigente plenamente desde mayo de 2024. Estas modificaciones, detalladas en las disposiciones 11378/2024 y 11362/2024 publicadas en el Boletín Oficial, afectan el cálculo de nutrientes como grasas, azúcares y sodio, así como las regulaciones publicitarias para ciertos productos.
Las nuevas normativas buscan alinear la ley con estándares internacionales y ofrecer información nutricional más precisa a los consumidores. Según fuentes oficiales, los cálculos de nutrientes críticos ahora se centrarán exclusivamente en los ingredientes añadidos durante la producción, dejando fuera los intrínsecos del alimento. Por ejemplo, en productos como la mermelada, el etiquetado indicará el azúcar añadido sin considerar el contenido natural de la fruta. Asimismo, alimentos como frutos secos con sal o aceites adicionales recibirán advertencias, mientras que otros, como la manteca sin aditivos, quedarán exentos de estos sellos.
Restricciones publicitarias más estrictas
En el ámbito publicitario, la ANMAT endureció las reglas para productos con sellos de advertencia, prohibiendo estrategias dirigidas a menores de 16 años, como el uso de personajes infantiles o diseños llamativos. Además, toda promoción deberá incluir información clara sobre advertencias nutricionales, edulcorantes y cafeína.
Los productos etiquetados bajo las antiguas reglas podrán comercializarse hasta agotar existencias, pero las nuevas disposiciones son obligatorias para toda producción futura.
Contexto de la Ley de Etiquetado Frontal
Aprobada en 2021 y reglamentada en 2022, la Ley de Etiquetado Frontal (Ley 27.642) tiene como objetivo principal promover una alimentación saludable mediante información clara en los envases. Los octógonos negros alertan sobre excesos de nutrientes críticos como azúcares, grasas y sodio. La normativa también prohíbe estrategias de marketing dirigidas a niños y adolescentes en productos que excedan los límites establecidos.
La implementación escalonada permitió a las empresas adaptar sus empaques, pero desde mayo de 2024 la ley está plenamente vigente. Su finalidad es reducir enfermedades vinculadas a la mala alimentación, como obesidad y diabetes, y fomentar decisiones de consumo más informadas.
Estas medidas reflejan un esfuerzo por garantizar transparencia en la industria alimentaria y mejorar la salud pública, en línea con estándares internacionales y las recomendaciones de la Organización Panamericana de la Salud (OPS).