Un argentino descubre el país más barato y desconocido del sudeste asiático: “Vivimos con 10 dólares por día”

🧳 Sebastián Godoy, un argentino originario de San Nicolás, provincia de Buenos Aires, decidió transformar su pasión por viajar en un estilo de vida familiar. Junto a su esposa Lisa Mónaco y su hija Luna, de 13 años, han recorrido el mundo adoptando el lema del low cost. Su último destino los llevó al país más exótico y económico que han conocido: Laos, una joya poco conocida del sudeste asiático.

🏞️ La familia ha viajado por más de 30 países desde que Sebastián dejó Argentina en 2005, y siempre con la premisa de reducir costos para poder prolongar sus estadías y conectarse de una forma más auténtica con las personas y la naturaleza. “Ya no somos turistas, somos viajeros”, afirma Sebastián, quien ha adaptado su forma de viajar a un estilo más consciente y económico.

🍜 En Laos, la sorpresa mayor fueron los precios. “Comíamos por 1 dólar y nos alojábamos los tres por 10 dólares la noche en las guest houses, que son casas locales que alquilan habitaciones”, cuenta Sebastián. El costo de vida es asombrosamente bajo comparado con otros países del sudeste asiático. “Es increíble cómo en un lugar tan lejano y desconocido por la mayoría de los turistas se puede vivir con tan poco”, destaca.

🚤 La familia también aprovechó la oportunidad para explorar Laos de una manera diferente. Hicieron un largo trayecto en barca por el río Mekong, ya que las carreteras eran casi intransitables. “Viajamos dos días en una barca de madera con más de 100 personas, parando en pequeños pueblos donde parecía que el tiempo se había detenido”, recuerda Sebastián. Esta experiencia les permitió sumergirse en la cultura rural del país, alejada del turismo de masas que invade otras zonas del sudeste asiático.

🌄 Uno de los momentos más impactantes del viaje fue la visita a las famosas 4000 islas del Mekong, un archipiélago fluvial al sur de Laos. “Nos alojamos en una de esas islas, un lugar realmente exótico y barato. Por la noche recorríamos los caminos de tierra en bicicleta, rodeados por las luces tenues de las casas y el constante sonido del río”, cuenta Lisa, emocionada por la experiencia.

🌱 Luna, su hija de 13 años, ha crecido en este estilo de vida viajero. “Ha recorrido los cinco continentes desde que estaba en la panza de su mamá”, comenta Sebastián con orgullo. Aunque admite que al principio fue difícil, hoy Luna está completamente adaptada a este tipo de vida: “Le hemos enseñado a ver el mundo de una manera diferente, fuera de las comodidades y rutinas tradicionales”, añade.

🚴‍♂️ Para recorrer algunas zonas de Laos, como las más rurales, la familia optó por hacerlo en bicicleta. “Las carreteras estaban tan destruidas que era más rápido pedalear que manejar”, ríe Sebastián, recordando cómo las condiciones del país los desafiaron constantemente, pero cada reto fue recompensado con paisajes increíbles y la amabilidad de las personas locales.

🏯 Laos es conocido no solo por sus paisajes impresionantes, sino también por su profunda conexión con el budismo y su cultura intacta. “Visitamos templos, monasterios y pequeñas aldeas donde la gente sigue viviendo como hace siglos. Es un país que conserva sus tradiciones, algo que ya no es tan fácil encontrar en otras partes del sudeste asiático”, reflexiona Lisa.

💡 Adaptarse para disfrutar más
Sebastián y su familia aplican el low cost como filosofía de viaje para disfrutar de más tiempo en los lugares y aprender de sus culturas. “Lo que más nos motiva es poder vivir experiencias auténticas, sin depender de lujos. Nos adaptamos a lo que hay y siempre encontramos formas de disfrutar de lo simple”, señala Sebastián.

🌍 Próximo destino: Nueva York
Aunque Laos les dejó recuerdos imborrables, la aventura continúa. Después de una estancia en Cerdeña, donde han establecido una base temporal, el próximo destino es Nueva York. “Nos vamos a la civilización de verdad”, bromea Sebastián, anticipando que, como siempre, buscarán lo más exótico y barato incluso en la Gran Manzana.

🔍 Curiosidad final: Laos, a pesar de su bajo costo de vida y su carácter rural, es uno de los países más ricos en biodiversidad del sudeste asiático. Sus montañas y ríos albergan especies que no se encuentran en otras partes del mundo, lo que lo convierte en un paraíso para los amantes de la naturaleza y la aventura.