Paul McCartney y su bajo histórico: lo compró barato, se lo robaron, apareció y ahora vale una fortuna

El icónico bajo Höfner, con su particular forma de violín, es casi inseparable de la figura de Paul McCartney. Este instrumento ha aparecido en infinidad de fotos, videos, portadas de discos y sigue siendo parte del legado musical del ex-Beatle. A lo largo de los años, muchas canciones memorables fueron creadas con este bajo y aún resuenan hoy en día.

Desde pequeño, Paul McCartney mostró gran interés por la música en su Liverpool natal. El 6 de julio de 1957, una fecha crucial, fue cuando conoció a John Lennon, con quien tocaría por primera vez en una fiesta. Lennon y su grupo, The Quarrymen, estaban tocando en ese evento, y ese encuentro marcó el inicio de una de las sociedades musicales más influyentes de la historia.

Los primeros pasos de lo que sería The Beatles se dieron con cambios en la formación. Stuart Sutcliffe, el primer bajista del grupo, decidió dejar la banda para dedicarse a sus estudios de arte, lo que obligó a Paul a asumir el rol de bajista. Lennon no quería dejar su nueva guitarra Rickenbacker, así que McCartney dejó de tocar el piano y la guitarra para tomar el bajo.

En agosto de 1960, la banda, que ya incluía a John, Paul, George Harrison, Stuart y Pete Best en la batería, llegó a Hamburgo para tocar en varios clubes, aún lejos de lo que sería la Beatlemanía.

El bajo de McCartney, que compró en Hamburgo, tiene una historia fascinante. Fabricado por la marca alemana Höfner, fundada en 1887 por Karl Höfner, este instrumento se volvió icónico gracias a Paul. Durante sus primeros años en Alemania, los Beatles pasaban horas en una tienda llamada Musik Rotthoff probando equipos. Fue allí donde McCartney, tras usar el bajo prestado de Stuart, descubrió un Höfner modelo 500/1, que resultó ser perfecto por su forma, liviandad y precio accesible (unos 125 dólares en aquel entonces).

Este bajo no solo se destacó por su apariencia única, sino también por su sonido. Fernando Blanco, un músico especializado en los Beatles, señaló que el particular puente del Höfner y su corto sustain llevaron a Paul a incluir más notas en sus líneas de bajo, lo que enriqueció la melodía de las canciones de la banda. Ese bajo se convirtió en un símbolo de McCartney.

Sin embargo, en 1972, el primer Höfner de Paul fue robado de una camioneta y no se supo más de él hasta hace poco. Un proyecto llamado “Lost Bass Project”, liderado por la marca alemana y los investigadores Scott y Naomi Jones, permitió recuperar el valioso instrumento después de más de 600 pistas recibidas. Según se descubrió, el bajo estuvo guardado en un pub durante 51 años tras ser robado.

Un joven llamado Ruaidhri Guest fue clave en la recuperación, ya que escribió en X (antes Twitter) que había heredado el instrumento y que finalmente fue devuelto a McCartney. La autenticación del bajo fue confirmada, y McCartney expresó su agradecimiento en un comunicado.

Además, el músico argentino Axel Bernhard, que vive en Hamburgo, visitó la tienda Musik Rotthoff, donde McCartney compró su primer bajo. Bernhard pudo conocer al nieto del fundador de la tienda, quien recordó la época en que los Beatles solían frecuentar el lugar y los vínculos de su abuelo con los integrantes de la banda.