La música puede ser un elemento crucial en el cine, elevando la narrativa y convirtiendo películas en experiencias inolvidables. A menudo, una banda sonora impactante puede hacer que un film sea recordado más por su música que por su trama. Así lo evidencia la reciente selección de Rolling Stone, que elige los 100 mejores soundtracks de todos los tiempos, destacando la importancia de composiciones que marcaron un hito en la historia del cine.
Entre las joyas de esta lista, encontramos el icónico Purple Rain de Prince, una obra semiautobiográfica que no solo fue un éxito musical, sino que también le valió un Oscar. El soundtrack de Trainspotting, repleto de clásicos de artistas como Lou Reed y Blur, es otro ejemplo de cómo la música puede influir en la percepción de una película.
Si bien no todos los soundtracks provienen de grandes películas, como es el caso de Help! y Anochecer de un día agitado de The Beatles, estas bandas sonoras merecen reconocimiento por su influencia cultural. Por su parte, Fiebre de sábado por la noche resuena en la memoria colectiva gracias a las inolvidables melodías de los Bee Gees, que complementan la narrativa del film casi como si fuera un musical.
A continuación, te presentamos los 15 mejores soundtracks de la historia según Rolling Stone:
- Purple Rain (1984) – Prince
- Help! (1965) – The Beatles
- Caiga quien caiga (1972) – Banda Sonora Original
- Anochecer de un día agitado (1964) – The Beatles
- Fiebre de sábado por la noche (1977) – Bee Gees
- Superfly (1972) – Curtis Mayfield
- Pulp Fiction (1994) – Banda Sonora Original
- El graduado (1968) – Simon & Garfunkel
- American Graffiti (1973) – Banda Sonora Original
- Wild Style (1983) – Banda Sonora Original
- That’s the Way of the World (1975) – Earth, Wind & Fire
- Rushmore (1999) – Banda Sonora Original
- ¿Dónde estás, hermano? (2000) – Banda Sonora Original
- Pretty in Pink (1986) – Banda Sonora Original
- Trainspotting (1996) – Banda Sonora Original
Curiosidad: La canción “Stayin’ Alive” de los Bee Gees, que se popularizó en Fiebre de sábado por la noche, no solo se convirtió en un himno disco, sino que también ha sido utilizada en diversas campañas de concientización, incluso en la promoción de maniobras de reanimación cardiopulmonar (RCP), gracias a su ritmo perfecto para mantener el compás durante las compresiones.