Baltasar Comotto se ha convertido en uno de los guitarristas más buscados del rock argentino. Con un recorrido que incluye colaboraciones con leyendas como Luis Alberto Spinetta, Indio Solari y Andrés Calamaro, su habilidad con la guitarra lo ha catapultado al éxito, tanto en escenarios gigantes como en sus proyectos solistas. Actualmente toca con Los Fundamentalistas del Aire Acondicionado, banda que acompaña al Indio Solari y llena estadios, pero también presenta su nuevo disco como solista, titulado El exilio del jaguar, en salas más íntimas.
El camino de Comotto ha sido testigo de momentos inolvidables, desde su participación en el legendario recital de Las Bandas Eternas de Spinetta en Vélez, hasta su contribución en la banda de Calamaro y los emotivos shows con Los Fundamentalistas. En mayo de este año, David Lebón lo convocó para una potente versión de Despiértate nena, un clásico de Pescado Rabioso, lo que demuestra que sigue siendo un referente indiscutido del rock nacional.
Un guitarrista en todos los frentes
Comotto no se limita a su papel en grandes bandas. Con 50 años, mantiene una exitosa carrera solista. Su reciente álbum, El exilio del jaguar, es un testimonio de su evolución musical, donde explora un “neo rock con detalles pop”. Aunque ha trabajado con nombres de peso como Ricardo Mollo y el propio Spinetta en sus discos anteriores, esta vez decidió dar un giro y hacer todo sin invitados. Para la producción artística, contó con Macabre, conocido por su trabajo en Catupecu Machu, con quien desarrolló 14 nuevas canciones, incluyendo el sencillo War.
Además de las presentaciones en estadios con Los Fundamentalistas, Baltasar sigue conectando con su público en escenarios más pequeños, como lo hará en Rosario, San Antonio de Areco, La Plata, Mendoza y Avellaneda entre septiembre y noviembre de este año. Sin duda, un contraste interesante entre los grandes recitales y su faceta más íntima como solista.
Momentos inolvidables y anécdotas
En una charla con Clarín, Comotto recuerda sus inicios en los bares porteños de los años ‘90, donde se forjó una nueva generación de músicos. Fue en uno de esos lugares, Tobago, donde Spinetta lo descubrió, y en 2003 recibió el llamado que cambiaría su vida: el Flaco lo convocaba para las presentaciones de su disco Para los árboles. “Fue un flash”, recuerda Comotto, quien comenzó a ensayar con Spinetta junto al Tuerto Wirzt y Claudio Carbone. Más tarde, el ingeniero de sonido Eduardo Herrera lo recomendó para trabajar con el Indio Solari, marcando el inicio de su relación con Los Fundamentalistas.
Baltasar también compartió escenarios con Calamaro durante la gira del álbum Bohemio, en 2013, y fue parte del histórico concierto de Las Bandas Eternas de Spinetta en Vélez, donde todas las bandas del Flaco tocaron sus éxitos. Una anécdota curiosa que relata es cómo ensayaba Post-crucifixión de Pescado Rabioso con el Indio, mientras todavía tocaba con Spinetta, sin contarle al Flaco lo que estaba preparando. “Era muy loco estar ensayando con Luis y en la cabeza saber que iba a tocar un tema de Pescado con el Indio”, comenta.
Nuevos caminos y crecimiento
Con su quinto disco solista, Comotto experimenta un sonido más relajado, influenciado por su experiencia cantando en vivo con Los Fundamentalistas. A medida que gana confianza en su rol como cantante, sus nuevas canciones son más directas y accesibles, mezclando elementos de rock, pop y sonidos industriales. La conexión con su público sigue creciendo, y aunque no todos los fanáticos de Los Fundamentalistas asisten a sus shows solistas, su música ha logrado atraer a nuevos seguidores de diferentes proyectos.