Las redes sociales se han convertido en un factor determinante en la percepción corporal de adolescentes y jóvenes, influyendo en el desarrollo de los Trastornos de la Conducta Alimentaria (TCA). El bombardeo constante de imágenes y contenido que promueven estándares de belleza irreales ha generado una presión social que puede llevar a consecuencias graves en la salud mental y física de las personas.
Expertos del Servicio de Salud Mental del Sanatorio Allende, en su sede de Cerro, han alertado sobre los riesgos de estos ideales de belleza en adolescentes, un grupo particularmente vulnerable debido a los cambios corporales y emocionales propios de esta etapa de la vida. La psiquiatra Betina Almada destaca cómo “la delgadez y ciertos estándares físicos se han convertido en valores que determinan la pertenencia a ciertos grupos sociales o culturales, transformándose en factores de riesgo”.
Uno de los problemas principales es la exposición continua a imágenes de cuerpos “perfectos”, alimentando una cultura de la dieta que perpetúa la insatisfacción corporal. Según la licenciada Julieta Negrete, especialista en salud mental, esta insatisfacción puede ser un catalizador para el desarrollo de TCA, especialmente en adolescentes que buscan validación en las redes sociales.
Estudios recientes han revelado que Argentina es uno de los países donde los niños reciben su primer teléfono móvil a edades más tempranas, lo que incrementa su exposición a estos contenidos. La licenciada Silvina Castillo, jefa del Servicio de Salud Mental del Sanatorio Allende, subraya la importancia de identificar señales de alerta tempranas, como la obsesión por la ingesta calórica o la pérdida de peso repentina.
Los efectos de los TCA no solo se reflejan en la apariencia física, sino también en la salud mental. Los afectados suelen sufrir de depresión, ansiedad y aislamiento social, impactando profundamente en su calidad de vida.
La prevención de estos trastornos requiere una estrategia integral que incluya educación, apoyo familiar y tratamiento multidisciplinario. Las familias, junto con los educadores, deben fomentar una imagen corporal positiva y abrir espacios de diálogo sobre las presiones sociales.
El tratamiento de los TCA involucra terapias psicológicas, apoyo nutricional e intervención médica, con un enfoque centrado en la recuperación del bienestar integral de la persona. Desde el Sanatorio Allende, se promueve una visión completa para enfrentar estos desafíos, entendiendo que el impacto de la era digital ha transformado la manera en que nos percibimos y cómo nos relacionamos con nuestro propio cuerpo.