El mundo del fútbol se tiñó de luto con la triste noticia de la muerte de Juan Izquierdo, defensor de Nacional de Montevideo, quien falleció a los 27 años tras sufrir un paro cardíaco en el partido contra San Pablo por la Copa Libertadores. Este trágico desenlace ocurrió luego de cinco días de agonía en el hospital Albert Einstein, donde el jugador uruguayo fue internado tras desplomarse en pleno campo de juego.
Juan Izquierdo nació el 4 de julio de 1997 en el humilde barrio de Nuevo París, Montevideo. Desde pequeño, mostró una pasión inquebrantable por el fútbol, creciendo en un entorno de trabajo duro y perseverancia. Su carrera comenzó en el club San Francisco de Asís, y a los 16 años, ingresó a las divisiones formativas de Liverpool, donde compartió equipo con talentos como Nicolás De La Cruz y Juan Ignacio Ramírez. Sin embargo, la vida no siempre fue fácil para Izquierdo.
Una pausa en su carrera, motivada por la falta de oportunidades, lo llevó a trabajar como albañil junto a su padre, experiencia que no solo fortaleció su cuerpo, sino también su espíritu. Estos momentos fueron claves en su formación personal y profesional, enseñándole lecciones que transmitió a su propia familia.
Tras su retorno al fútbol, debutó en Primera División con Cerro en 2018, lo que lo llevó a Peñarol en 2019. A pesar de no haber encontrado el éxito esperado en el Carbonero, Izquierdo continuó su camino en otros equipos como Montevideo Wanderers y Atlético San Luis de México. Fue en 2023, con Liverpool, donde tuvo su renacer futbolístico, ganando el Campeonato Uruguayo, la Supercopa Uruguaya y el Torneo Intermedio, lo que le permitió regresar a Nacional en 2024.

Lamentablemente, la tragedia lo sorprendió en el estadio Morumbí. Su muerte deja un vacío inmenso en el mundo del fútbol, pero también un legado de lucha, superación y amor incondicional por el deporte y su familia. Juan Izquierdo será recordado no solo como un futbolista, sino como un ejemplo de humildad y perseverancia en la vida.