Llegó el “cometa del siglo”: cómo es y dónde puede verse en Argentina

El Cometa C/2023 A3 (Tsuchinshan-ATLAS), popularmente apodado como el “Cometa del Siglo”, ya comenzó a ser visible desde la Tierra, marcando un hito en la historia de la observación astronómica. Este evento, que no ocurría desde hace 26.000 años, ha generado una inmensa expectativa tanto entre los científicos como entre los aficionados a la astronomía de todo el mundo.

Descubierto en enero de 2023 por astrónomos del Observatorio Tsuchinshan en China, este cuerpo celeste proviene de la lejana Nube de Oort. Ahora se encuentra en el sistema solar interior y ya puede ser observado desde nuestro planeta, con mejores vistas durante las últimas horas de la tarde y la noche. Sin embargo, los días 12 y 13 de octubre serán los más propicios para su observación, ya que se acercará a tan solo 83.774 kilómetros de la Tierra, permitiendo verlo a simple vista.

El cometa, que se desplaza a una impresionante velocidad de 290.664 kilómetros por hora, podría alcanzar un brillo máximo de magnitud 2, lo que lo haría visible desde cualquier lugar del mundo. Para quienes se encuentren en el hemisferio sur, será aún más fácil de localizarlo, especialmente en la constelación de Virgo, justo al norte de la estrella Spica.

Los astrónomos destacan tres aspectos claves que hacen de este cometa un fenómeno único: su tamaño considerable, la proximidad a la Tierra y al Sol, y el potencial efecto de “dispersión hacia adelante” que podría incrementar aún más su brillo. A medida que se acerque al Sol, el 27 de septiembre, los científicos estarán atentos a posibles fragmentaciones debido al calor, lo que podría aumentar la luminosidad del cometa.

Este cometa, comparado con el famoso Halley, podría convertirse en uno de los más recordados del siglo XXI, no solo por su espectacular apariencia sino también por ser, probablemente, su única visita al sistema solar en los próximos 26.000 años.

Curiosidad: El nombre del cometa, C/2023 A3, no es solo un código. “Tsuchinshan” hace referencia al Observatorio de la Montaña Púrpura en China, mientras que “ATLAS” proviene del Sistema de Última Alerta de Impacto Terrestre de Asteroides, que juega un papel crucial en la detección de objetos cercanos a la Tierra.