Verdad y ficción: La película sobre Nahir Galarza frente al expediente judicial

La película que retrata el trágico asesinato de Fernando Pastorizzo a manos de Nahir Mariana Galarza ha levantado polémica debido a las discrepancias entre los hechos reales y la narrativa ficcional. A medida que el filme se estrena, surge un análisis detallado de las omisiones y errores que se apartan del expediente judicial.

El caso, que conmocionó a la opinión pública, se remonta al 29 de diciembre de 2017, cuando Nahir Galarza, entonces de 19 años, acabó con la vida de su novio, Fernando Pastorizzo, en Gualeguaychú, Entre Ríos. La Justicia dictaminó su condena a prisión perpetua, respaldada por una serie de versiones contradictorias ofrecidas por la acusada durante la investigación.

Desde su primera declaración, en la que minimizó su participación en los hechos, hasta sus posteriores cambios de versión, Nahir mantuvo a la Justicia en un constante estado de incertidumbre. Sin embargo, el testimonio clave llegó cuando, junto a su padre y un abogado, decidió confesar su crimen ante las autoridades.

La película, interpretada por Valentina Zenere, intenta plasmar estos eventos, pero enfrenta críticas por representar ciertos momentos de manera inexacta. Por ejemplo, se recrea el retorno de Nahir a su hogar tras el crimen como una acción discreta y sin testigos, pero en realidad, un vecino declaró haberla visto con una actitud extraña aquella noche.

Además, se muestra a Fernando manipulando un arma de fuego en la casa de los Galarza, a pesar de que los testimonios sugieren lo contrario. Estas discrepancias entre la ficción y la realidad han generado controversia y han dejado en entredicho la fidelidad del filme al expediente judicial.

Otra omisión relevante es el sobreseimiento del tío de Nahir, acusado de abuso sexual. Aunque se menciona la denuncia de la joven, se omite el resultado judicial que absuelve al acusado por falta de pruebas incriminatorias.

Por último, la representación del penal donde cumple su condena Nahir también difiere de la realidad. La película muestra una prisión de máxima seguridad, mientras que el establecimiento real es mucho más austero y menos vigilado.

A pesar de estas discrepancias, la película sobre el caso de Nahir Galarza ofrece una visión única de uno de los crímenes más impactantes de los últimos tiempos en Argentina. Sin embargo, es importante recordar que, al igual que cualquier producción cinematográfica, esta interpretación debe ser tomada con cautela y no sustituye la complejidad de los hechos reales que aún esperan resolución en la justicia.