El presidente iraní, Ebrahim Raisi, falleció en un trágico accidente de helicóptero junto a varios altos funcionarios del gobierno, según informaron fuentes oficiales iraníes. El incidente ocurrió cerca de la ciudad de Jolfa, en la frontera con Azerbaiyán, cuando la aeronave en la que viajaban sufrió un desperfecto y se estrelló en una zona montañosa.
Detalles del Accidente
El helicóptero Bell 212, que formaba parte de un convoy de tres aeronaves, trasladaba al mandatario y su comitiva desde la frontera con Azerbaiyán, donde Raisi había participado en la inauguración de una presa junto al presidente azerí Ilham Aliyev. Además del presidente iraní, a bordo viajaban el ministro de Asuntos Exteriores, Hossein Amirabdollahian, el gobernador de la provincia de Azerbaiyán Oriental, Malek Rahmati, el ayatolá Al-Hashemi, Imam de la Mezquita de Tabriz, y varios guardaespaldas. Todos perecieron en el accidente.
Las malas condiciones climáticas complicaron las operaciones de rescate, que se prolongaron por varias horas. La agencia estatal IRNA confirmó que, tras un “aterrizaje brutal”, el helicóptero se precipitó en una zona de difícil acceso, lo que retrasó la llegada de los equipos de emergencia.
Reacciones Oficiales
Inmediatamente después del accidente, el régimen iraní convocó una reunión de emergencia encabezada por el primer vicepresidente, Mohammad Mokhber, quien asumirá temporalmente las funciones de presidente hasta la celebración de nuevas elecciones en un plazo de aproximadamente 50 días.
Un comunicado oficial en el canal de Telegram del gobierno iraní expresó: “El ayatolá Ebrahim Raisi, presidente de la República Islámica de Irán, ha sido martirizado mientras servía al pueblo. A pesar del envío de decenas de equipos de rescate, los esfuerzos se vieron obstaculizados por la niebla y el difícil terreno montañoso”.
Contexto y Legado de Raisi
Ebrahim Raisi, de 63 años, era una figura prominente dentro del régimen iraní, considerado un protegido del líder supremo, el ayatolá Ali Jamenei. Su carrera estuvo marcada por su ascenso en el poder judicial iraní y su implicación en las controvertidas ejecuciones de prisioneros políticos en 1988, lo que le valió sanciones de Estados Unidos y otros países por violaciones de derechos humanos.
Raisi asumió la presidencia en 2021, en unas elecciones donde sus principales oponentes fueron descalificados. Durante su mandato, apoyó el enriquecimiento de uranio hasta niveles cercanos a los necesarios para armas nucleares, enfrentando una creciente presión internacional.
Impacto en la Política Internacional
La muerte de Raisi ocurre en un momento de tensión regional, particularmente en relación con Israel y Azerbaiyán. Irán lanzó un ataque sin precedentes contra Israel en abril, y las relaciones diplomáticas con Azerbaiyán se mantenían frías debido a sus vínculos con Israel.
El fallecimiento de Raisi introduce un nuevo nivel de incertidumbre en la política iraní y en las dinámicas de poder dentro del régimen. Su figura era clave en la estructura de liderazgo del país y su desaparición deja un vacío significativo en la administración iraní.
Curiosidad
Un dato curioso sobre Ebrahim Raisi es que, a pesar de su rígida postura política, durante su campaña electoral en 2021 se comprometió a defender la “libertad de expresión” y los “derechos fundamentales de todos los ciudadanos iraníes”. Estas promesas, sin embargo, contrastaron con su historial y las políticas represivas implementadas durante su mandato.