En el contexto de las vacaciones de invierno y el próximo fin de semana largo de junio, los argentinos muestran un renovado interés por viajar, pero con una clara preferencia por destinos internacionales. Este cambio de tendencia plantea desafíos para la actividad turística nacional, que busca recuperarse en el segundo trimestre del año.
Según datos de Despegar, las búsquedas y reservas de viajes han aumentado significativamente en las últimas semanas, con un incremento del 90% en comparación con el mismo período del año anterior. Entre los destinos más elegidos, tanto a nivel nacional como internacional, destacan lugares como Iguazú, Bariloche, Río de Janeiro y Miami.
Martín Romano, CEO de Atrápalo Argentina, señaló un aumento del 18% en las ventas respecto al año anterior, con una tendencia hacia viajes más cortos y escapadas frecuentes.
Sin embargo, para el mercado turístico interno, el panorama es más desafiante. Según el Grupo GEA, las ventas para las vacaciones de invierno han comenzado con un 25% menos que el promedio del año anterior, debido a los cambios macroeconómicos y al adelantamiento de ventas registrado a finales de 2023. A pesar de esto, se observa una reactivación de consultas y ventas para el segundo trimestre.
Fuentes del sector indican que los argentinos están optando por destinos internacionales debido a varias razones. Por un lado, las agencias de viajes ofrecen la posibilidad de pagar los viajes en dólares, lo que permite evitar el Impuesto PAIS y la percepción de Ganancias asociados al dólar tarjeta. Esto representa un ahorro significativo para los viajeros, especialmente considerando el tipo de cambio actual.
Además, el atraso cambiario y la alta inflación en el país hacen que el turismo internacional resulte más atractivo en términos económicos. Los economistas señalan que, si bien puede haber un incremento en las búsquedas de viajes al exterior, esto se debe principalmente al tipo de cambio favorable y no necesariamente a una mejora en las condiciones económicas internas.
Sin embargo, esta preferencia por destinos internacionales tiene un impacto negativo en la economía nacional, ya que se contabiliza como importación de servicios. Esto afecta el nivel de actividad y dificulta la recuperación económica en el corto plazo.
En cuanto a las perspectivas de recuperación, los economistas son cautelosos. Si bien se espera una mejora gradual en la actividad económica en la segunda mitad del año, no se vislumbra una recuperación rápida ni en forma de “V”. La incertidumbre económica y la situación macroeconómica siguen siendo desafíos importantes para el país.
En resumen, mientras los argentinos buscan escapar del frío invernal, la preferencia por destinos internacionales plantea desafíos económicos para el país y para la actividad turística interna. La recuperación económica sigue siendo un objetivo difícil de alcanzar en medio de la incertidumbre y los desafíos macroeconómicos.