De vacaciones en Afganistán: La experiencia única de un argentino en el país más peligroso del mundo

Maximiliano Bagilet, un rosarino de 35 años, se aventura en un viaje sin precedentes al corazón de Afganistán, un destino conocido por su historia turbulenta y su reputación como uno de los lugares más peligrosos del planeta. En una entrevista exclusiva con Infobae, Bagilet comparte detalles de su odisea en esta tierra marcada por la guerra y la incertidumbre.

“Llevo más de 10 años explorando lugares poco convencionales, pero este país es sin duda el más peculiar de todos”, revela Bagilet, quien ha visitado destinos tan remotos como Kosovo, Siria e Irán. Su filosofía de viaje, según él mismo explica, consiste en “viajar con mente abierta, boca cerrada y dejando la ideología en casa”, especialmente cuando se trata de naciones que difieren ideológicamente de sus propias convicciones.

La travesía de Bagilet hacia Afganistán fue todo menos convencional. Cruzó la frontera desde Pakistán a pie, enfrentando un escenario de nevadas en las montañas y controles militares de los talibanes, quienes gobiernan el país desde un violento golpe de Estado hace dos años y medio. En un encuentro inesperado con las autoridades migratorias, Bagilet descubrió que era el primer argentino en ingresar al país por ese paso fronterizo en los últimos cinco años.

Para él, cada kilómetro recorrido en Afganistán es como una lección de historia al aire libre, con vestigios de conflictos pasados visibles en cada esquina: tanques de guerra carbonizados, helicópteros derribados y carreteras destrozadas por la guerra. “Es como un museo de guerra al aire libre”, describe Bagilet, mientras relata su encuentro con comerciantes locales que venden desde uniformes militares hasta refrescos occidentales saqueados durante el caos de los conflictos.

Sin embargo, lo que más impacta a Bagilet es la vida cotidiana en medio de la adversidad. Describe escenas surrealistas de talibanes relajados en cafés con rifles apoyados en las mesas y calles pobladas por personas consumiendo opio, la principal fuente de ingresos del país. También destaca la ausencia de mujeres y niños en las calles, quienes se ven limitados en sus actividades por las restricciones impuestas por el gobierno talibán.

A pesar de los desafíos, Bagilet elige explorar los tesoros naturales de Afganistán, como la ciudad de Bamiyán, hogar de los famosos budas tallados en piedra, y Mazar-e Sarif, conocida por su impresionante mezquita azul y su importancia religiosa.

Este viaje singular es solo otro capítulo en la saga de aventuras de Bagilet, quien continúa desafiando los límites y explorando los rincones más insólitos del mundo, un destino a la vez.

Curiosidad al Azar: A pesar de su reputación como uno de los países más peligrosos del mundo, Afganistán alberga una riqueza cultural y natural impresionante, que Bagilet está decidido a explorar a fondo, desafiando todas las expectativas.