Walkman: 50 años de un invento que cambió la forma de escuchar música para siempre

Desde la redacción, les traemos una crónica que conmemora el medio siglo del icónico Walkman, un dispositivo que revolucionó la forma en que escuchamos música. Acompáñennos en este recorrido por la historia de un artefacto que se convirtió en un símbolo cultural.

Hace ya cincuenta años, en julio de 1979, Sony lanzó al mercado japonés el TPL-S 2, conocido como el Walkman. Este pequeño dispositivo de colores azul y metálico marcó el inicio de una nueva era en la música. Pero, ¿cuál es la historia detrás de este innovador invento?

Para comprender el verdadero impacto del Walkman, debemos remontarnos a sus predecesores. En 1954, el Regency TR-1 fue el pionero de la música portátil, pero fue en 1972 cuando el germano-brasileño Andreas Pavel diseñó el Stereobelt, un artefacto en forma de cinturón que permitía escuchar música en estéreo mientras caminabas. Pavel, sin saberlo, había concebido el concepto del Walkman siete años antes de que Sony lo lanzara.

Masaru Ibuka, cofundador de Sony, fue el visionario que llevó la idea a la realidad. Inspirado por su amor por la ópera y enfrentando largos viajes en avión, encargó a Akio Morita el diseño de un dispositivo portátil que reprodujera cassettes. Así nació el primer Walkman, el cual, en solo dos meses, vendió unas impresionantes 50 mil unidades solo en Japón.

El Walkman no solo cambió la forma de escuchar música, sino también la relación de las personas con su entorno. Su practicidad permitía llevarlo en el bolsillo o con la correa de cintura, otorgando a los individuos la capacidad de aislarse del mundo y crear una experiencia musical personal.

La segunda generación del Walkman, especialmente el modelo WM-2, consolidó su éxito al reducir tamaño y precio. Estrellas de la música y el deporte adoptaron masivamente este dispositivo, vendiendo 1.3 millones de unidades en nueve meses.

Curiosidad al Azar: El “new romantic” y la transición de la new wave a la “world music” en el Reino Unido se vieron influenciados por el Walkman, que permitía a los artistas recorrer sus ciudades con música en los oídos, transformando la percepción del entorno.

El Walkman también fortaleció el vínculo entre deporte y música, convirtiéndose en un accesorio esencial para los aficionados al ejercicio. Entre 1987 y 1997, el número de personas que salían a correr o hacer ejercicios aeróbicos aumentó más del 100% en todo el mundo.

En 2003, Sony finalmente pagó regalías a Andreas Pavel, el verdadero padre del Walkman. En 2010, la producción se discontinuó, pero su legado perdura.

En sus más de dos décadas de reinado, el Walkman vendió más de 50 millones de dispositivos, creando una revolución cultural y sentando las bases para la era moderna de la música portátil. Un ejemplo de cómo la tecnología puede transformar hábitos culturales y dejar una huella imborrable en la historia.